Su nombre aparece con frecuencia cuando se habla de las macrocausas judiciales instruidas en Galicia, pero hasta ayer el silencio era norma para la jueza Pilar de Lara. Poco después de que trascendiera la sanción del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por incurrir en dilaciones indebidas, de Lara „que ha anunciado que recurrirá la decisión„, la titular del Juzgado de Instrucción número uno de Lugo se manifestó con contundencia al respecto de su futuro en la carrera judicial, y sobre todo, de las presiones a las que, según ha explicado, se ha visto sometida a raíz de sus investigaciones, hasta el extremo de declarar que pocos compañeros tuvieron que soportar sus mismas "presiones".

"He tenido guardaespaldas, yo y mi hija, durante dos años. He sufrido presiones de todo tipo, a través de denuncias, quejas, insultos en un foro de guardias civiles y ataques por parte de algún investigado", afirmó ayer ante los medios, precisamente después de asistir a un juicio que sentó en el banquillo a un investigado de la Operación Pokémon, Miguel García Gesto, y a su madre por un delito de amenazas contra la jueza, y que finalmente se resolvió con un acuerdo entre las partes. Al terminar la vista, de Lara dio a conocer algunos detalles de su situación personal en los últimos tiempos y confesó que, las presiones y las ofensas recibidas sí le hicieron mella. "En algo sí te afectan, porque no somos ningún Superman". Por ejemplo, citó algunas pintadas cometidas contra su marido, insinuando que era cliente de la prostitución o instando a la propia jueza a buscarle "trabajo". Hechos que dijo no tener que soportar "ni como jueza" ni "como mujer" en los que se daba a entender una conexión entre sus decisiones al frente del juzgado y "la ideología que pueda tener mi marido". "Ojo, es que a él le gusta y a mi la carne. Eso me parece completamente absurdo, pero ese tipo de comentarios se han venido realizando", agregó.

Otro de los asuntos abordados por la jueza era la importante carga de trabajo de su juzgado, ahora que está en el foco por un supuesto retraso en la instrucción de sus causas. En esa línea, reveló que había puesto en conocimiento del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia la carencia de medios para sacar adelante los casos: "El TSXG tenía no uno, ni dos, ni tres sino varios escritos dando cuenta de la situación de absoluta desesperación en la que nos encontrábamos todos, secretario, secretario, juez y personal del juzgado, porque entendían que no se estaban poniendo los medios materiales suficientes". De igual modo tampoco dejó pasar el comentario pronunciado por el presidente del Alto Tribunal, Miguel Ángel Cadenas, en el que decía „en referencia al caso que afecta a de Lara„ que "nadie es imprescindible". Es "verdad", terció la jueza. Pero acto seguido replicó que la llegada de un "juez nuevo" a su despacho implicaría que se tuviera que hacer cargo de "todas las causas", con la correspondiente pérdida de tiempo.

Respecto a la decisión del Poder Judicial „que recoge la suspensión de siete meses y un día en su actividad„, De Lara prefirió no hacer valoraciones específicas sobre el "contenido exacto" de la sanción, puesto que admitió desconocerla, pero sí advirtió que si el castigo acaba implicando la pérdida del destino se podría acentuar la ralentización de las investigaciones. "Con una sanción de este tipo se puede conseguir el efecto contrario", subrayó.

Pese a todo, la jueza no ocultó su sorpresa por la postura adoptada por el CGPJ, entre otros motivos, "porque el fiscal pide tres meses y la sanción es de siete meses y un día. Casi suena a término carcelario, siete y meses y un día". En su improvisada comparecencia ante los medios celebrada en los juzgados lucenses de la Plaza de Avilés, también deslizó cierta extrañeza por el modo en que le fue comunicada. "Es la primera vez que me veo en un asunto de este tipo, entonces no sé si es normal que primero te llamen por teléfono. Yo recibí una llamada de teléfono y creo que fue simultáneo cuando se publicó en los medios de comunicación. Lo que no sé es si es normal que se tarde tanto en notificar, no tengo ni idea", valoró.

En todo caso, la jueza expresó asimismo su confianza en que la sanción sea revocada, además de confirmar que la recurrirá cuando le sea comunicada oficialmente. "Yo lo único que pido es que lean y que contrasten con la documentación, muy extensa. Es un expediente muy voluminoso y puede ser susceptible de interpretaciones". No obstante, de Lara no quiso entrar a valorar si el objeto de la sanción es retirarla de sus funciones en Lugo: "Ni quiero pensar que sea así porque si no estaríamos hablando de otro tipo de factores y en absoluto creo eso", sentenció.