Constituido el Grupo de Trabajo que, teóricamente, va a analizar la situación de la pesquería de la caballa y las alternativas al modelo de gestión actual, el encuentro del jueves en Madrid, entre la secretaria general de Pesca, las Comunidades Autónomas y el sector implicado, este concluye que nada se ha avanzado en la pretensión de lograr un reparto más justo de las cuotas y que, desde la Secretaría General de Pesca parece que todo se fía a una próxima reunión, sin fecha pero que se celebrará en el próximo mes de junio, cuando la campaña de la caballa o xarda no sea otra cosa que un desagradable recuerdo.

Además de representantes del sector y la Xunta, Galicia desplazó a Madrid al presidente de la Federación Galega de Confrarías y a los tres presidentes de las federaciones provinciales de cofradías de pescadores. Lo hizo también el presidente de la Federación Nacional, para escuchar por boca de los vascos y cántabros su negativa a cualquier cambio en su status actual de reparto basado en unos derechos históricos que no convencen ni en Galicia ni en Asturias.

En tierra, aquellos que esperaban noticias favorables para una campaña que finaliza en la provincia de A Coruña y que en aguas del noroeste del caladero nacional se agota sin remedio, lo poco que se ha sabido de lo tratado en la capital de España es que la mayoría de los asistentes, basada esta en su representatividad de la flota, no estaba de acuerdo con el sistema de reparto.

Constatar este hecho ha llevado a considerar a muchos marineros que la convocatoria de la reunión de Madrid no ha sido otra cosa que un "paripé" porque, parece evidente, el reparto discriminatorio de la xarda obtenida mediante la asignación de las cuotas extra del intercambio del cupo con otros Estados miembros no se va a modificar por, entre otros motivos, falta de tiempo y poca voluntad de cambio dadas las presiones que ejercen los representantes vascos y cántabros. Un "paripé", a pesar del anuncio de que se iban a abordar cuestiones de trascendencia en el camino de hallar una salida al problema.

Los pescadores vascos y cántabros son reticentes a perder aquello que graciosamente se les dio: el 42% total, en el caso del País Vasco; del 25,75% en el de los cántabros; del 14,73% de esa cuota para los asturianos y el resto, poco más del 17%, para Galicia.

Galicia y Asturias, protestan. Cantabria y País Vasco entonan el "Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita pita". Y el grupo de trabajo convocado por la secretaria general de Pesca no hallar sala soluciones. El segundo acto, en el mes de junio.