El tráfico de la AP-9 vive al margen de las tensiones que existen en el accionariado de su dueña y de las negociaciones, ahora estancadas por las elecciones generales, para el traspaso de la autopista a Galicia. También vive al margen de las continuas subidas de los peajes, ya que en enero y febrero sumó el mayor volumen de tráfico desde 2011.

En el arranque del año, utilizaron la vía que vertebra la comunidad de norte a sur un total de 21.515 vehículos de media al día. Fue un 2,1% más que en el mismo periodo del año pasado. Hay que retroceder hasta 2011 para encontrar una cifra superior, cuando en los primeros dos meses del año circularon 22.938 vehículos, según las estadísticas del Ministerio de Fomento.

La AP-9 cerró 2018 con la quinta subida de tráfico anual consecutiva, pero lo hizo con la cifra más baja de los últimos cinco años. La causa fue el incremento de los peajes. En 2014, rompió seis ejercicios seguidos de pérdida de usuarios al aumentar un 0,4%. La recuperación se mantuvo en los tres años siguientes con subidas del 5,5%, 3,6% y 3,9%. Y en 2018, debido a la subida de las tarifas, el alza del tráfico solo fue del 2,1%.

En los últimos 15 meses, los peajes de la Autopista del Atlántico se han incrementado un 7,3%. En enero de 2018, se encarecieron un 1,9% al aplicar la actualización del IPC.

A partir del 31 de octubre volvieron a aumentar casi un 2%: un 1% con el que se compensaba a Audasa, concesionaria de la autopista, por las obras de ampliación que llevó a cabo en los accesos de Vigo y O Morrazo; el viaducto de Rande; la circunvalación de Santiago y el enlace de Sigüeiro; y otro del 0,9% que correspondía a las bonificaciones en los trayectos entre Vigo y Pontevedra.

Y a principios de año se implementó el último aumento: un 3,5%. Solo tres autopistas españolas sufrieron un incremento de tarifas superior a la media nacional del 1,67%, aunque la AP-9 fue la que más se encareció.

En enero, el uso de la AP-9 se incrementó un 1,75% y en febrero, un 2,8%. Durante 2018, la vía gallega sufrió dos caídas de tráfico con respecto al mismo mes del año anterior: marzo (-0,6%) y noviembre (-0,4%). Si se excluyen estos dos descensos y el que tuvo en abril de 2017 (0,1%), el tráfico de la autopista encadenaría 54 meses de crecimiento: cuatro años y medio.

Recuperación

Desde los máximos de 2007, en plena expansión de la economía, el tránsito por la autopista gallega ha moderado su caída hasta el 8% actual, muy por debajo del desplome que se produjo en los peores años de la crisis en los que el descenso llegó a ser del 23% en 2013 y 2014.