Nieves Fernández (57 años) aún tiene que soportar en ocasiones caras y comentarios machistas. "Vas con un tractor cargado de hierba o de leña, lo que empieza a ser normal, pero todavía no lo es. Y si te pones a hacer una manobra y por cualquier motivo tardas un poco, aún hay algo que escuchar de vez en cuando". Anda entre 10 y 15 kilómetros al día para llevar a sus ovejas al monte a pastar. Cuida con su marido de unas 400 cabezas de raza gallega, una variedad en peligro de extinción que se adapta a los rigores de la montaña. Produce carne ecológica en una explotación autosuficiente. "Todo lo que comen las ovejas lo producimos nosotros. Solo se compra el combustible o cuando se necesita reparar alguna máquina". Es una de las voces en femenino en el campo gallego. Hay 21.727 mujeres al frente de explotaciones agroganaderas, el 52% de las 40.020 iniciativas registradas en la comunidad, según la Consellería do Medio Rural.

Carmen Cid (41 años) es otra mujer que vive del sector primario en la autonomía. Junto a Marcos Quintas y a su madre Carmen Álvarez en sociedad, entre el 20% y el 30% de la leche que producen las 110 vacas frisonas de su granja de Torneiros (Allariz) se destina a la producción ecológica. El resto se vende a una industria láctea. Ecoleia es la marca de su leche 100% natural, que ella se encarga de repartir tres veces por semana en varios puntos de venta de la ciudad de Ourense, Verín, Xinzo, Xunqueira de Ambía, Vilar de Santos o la propia Allariz.

"Todos hacemos de todo. Marcos es el que siembra y anda con el tractor y yo la que reparte normalmente". ¿Ha sentido un trato desigual por el hecho de ser mujer? "Pienso que no es que haya machismo en el campo, sino que hay machismo en la sociedad. Mi madre siempre usó el tractor y hace 20 años era más extraño. Nunca se dejó sentir maltratada", cuenta Carmen. Los desplantes por razón de sexo no son frecuentes en su experiencia personal. "A lo mejor llega alguien a la granja y, al ver mujer, es como si dijeran:no hay alguien con quien hablar, pero no es lo habitual", expone.

La provincia de Ourense tiene 5.404 explotaciones, la menor cifra de Galicia. De las 42.020 en toda la comunidad, que generan rentas agrarias y cuyo titular es una persona física, 14.676 están en Lugo, 13.720 en A Coruña y 8.220 en Pontevedra.

También Ourense es la provincia gallega donde el porcentaje de mujeres al frente de las explotaciones es el más bajo con un 48%. La media de Galicia está en el 52%. Por el contrario, en A Coruña se sitúa la proporción más elevada con un 56% y es la única que supera la media gallega. En Pontevedra el ratio es igual al de la comunidad con un 51% y en Lugo alcanza el 49% de los negocios agroganaderos gestionados por mujeres que trabajan y ejercen la titularidad directa de la explotación.

"El rural es una cuestión de fe, igual que trabajar y producir en ecológico. Vivir en el rural es algo en lo que tienes que creer", subraya Carmen Cid. Una de las impulsoras del campo, de las personas que quieren variar la tendencia de la Galicia vaciada. "Soy optimista por naturaleza y pienso que sí se puede frenar la despobación, pero hay que empezar desde abajo, por la educación. En el momento en el que el país valore el rural, la situación mejorará", reivindica. Nieves pone peros a la administración y cree que debería ajustar la norma del sector según las zonas. Sobre la lucha por la igualdad, ya sea en el campo, en la oficina o en el hogar, asegura:"Se adelantó pero todavía queda camino por recorrer". Y las mujeres marcan el ritmo.