La construcción fue el sector más castigado por la crisis y uno de los causantes de la recesión. Su relevancia en la economía tanto española como gallega era tan importante que un estornudo en el sector inmobiliario suponía una pulmonía en la economía. En la última década su peso en la economía ha caído en picado y su envergadura ya no es tan notable como antes de la crisis. Sin embargo, lleva ya varios ejercicios al alza. En el cuarto trimestre de 2018, el peso de la construcción en el Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad gallega repitió, como ya lo había hecho en el trimestre anterior, su mayor cota de los últimos cinco años. Un 6,7%. Hay que retroceder 23 trimestres, más de cinco años, para encontrar una cifra similar: 6,8% a finales de 2012. Gracias a las buenas cifras de los dos últimos trimestres de 2018, el peso de la construcción en el PIB autonómico alcanzó el 6,6% a finales del pasado ejercicio, la cifra más alta desde 2012.

Sin embargo, aún está lejos de la época de bonanza ya que en 2008 representaba el 11,1%. Fuentes del sector reconocen que lo "normal" sería un porcentaje del 6-7%, no el 11% de antes de la crisis.