El precursor del derecho penal y procesal tal y como se conoce en la actualidad y firme defensor de la independencia del Ministerio Fiscal, Cándido Conde-Pumpido Ferreiro, falleció hoy a los 95 años de edad. Natural de Caldas, ejerció su labor jurídica durante años a caballo entre Pontevedra y Madrid, donde logró cargos tan relevantes como fiscal de Sala y teniente fiscal del Tribunal Supremo, y más tarde magistrado suplente de la Sala de lo Penal del Alto Tribunal. Padre y descendiente de una ilustre saga de juristas, Conde-Pumpido Ferreiro formó parte de la Fiscalía General del Estado durante todo el periodo de la Transición si bien su labor fue altamente reconocida durante la propia dictadura, cuando ejerció de acusación en uno de los casos más sonados en la comarca: el Caso Reace, conocido popularmente como el "aceite de Redondela" , juicio que se celebró en 1974 por el fraude de cuatro millones de kilos de aceite, propiedad de la Comisaría de Abastecimientos y Transportes (CAT) valorados en unos 200 millones de pesetas, donde hubo también varias muertes que se relacionaron con este suceso y en el que estaba implicado Nicolás Franco Bahamonde, hermano del dictador.

Viúdo desde finales del año pasado tras el fallecimiento de su mujer Celia Tourón Fernández, Conde-Pumpido Ferreiro será incinerado mañana. El tanatorio de Pereiró acogió hoy el velatorio por el fallecimiento del pontevedrés, autor también de varias publicaciones sobre las funciones y servicios del Ministerio Público o sus "Comentarios" al Código Penal, obra referente para juristas y abogados. "Es el diccionario del Código Penal de la democracia", definen sus allegados.

Miembro de una larga saga de juristas, creció rodeado de leyes y decretos, legado y pasión que inculcó a sus hijos, Cándido (ex fiscal General del Estado y actual juez del Tribunal Constitucional), María Teresa, miembro del Consello Consultivo de Galicia y magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Superio de Xustiza de Galicia (TSXG), Rogelio, director de Gestión y Valorización de I+D en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y Celia Conde-Pumpido Tourís.

Jubilado desde los años 90, Conde-Pumpido Ferreiro ejerció como ponente en múltiples conferencias y actos donde alzó la voz en defensa de la independencia fiscal y judicial. Así lo reivindicaba en una de sus charlas en el Club FARO en junio de 1992, en el marco de unas conferencias organizadas por "Xustiza e Sociedade". "Mal podría velar el Ministerio Fiscal por la independencia de ningún ciudadano si aquel no lo fuera y mucho menos intervenir en cuestiones políticas o electorales si dependiera del Gobierno", destacaba entonces el ex teniente fiscal del Supremo.

Los que lo conocieron definen a Conde-Pumpido Ferreiro como un "prodigio" en su campo. "Todo lo que se estudia hoy en día sobre derecho penal lleva su sello", explica Juan Carlos Aladro, actual fiscal jefe de la provincia de Pontevedra.

Fue su "jefe" cuando éste ejercía en los tribunales vigueses. "Es un referente nacional, un absoluto prestigio. Su circular sobre el Procedimiento Abreviado todavía está por superar", recordaba Aladro.

Antonio Romero, ex decano de los juzgados de Vigo, también le define como un hombre "singular" e "importante" para la Justicia española. "Forma parte de una ilustre familia de juristas, alcanzando puestos tan importantes como ser teniente fiscal del Tribunal Supremo", reconocía Romero.