Pablo Casado aún no se ha ganado a la militancia gallega, a la que le cuesta ver en él a un líder sólido y con carisma. Quizás sea cuestión de tiempo. O de que gane unas elecciones. Pero mientras tanto prefiere a Feijóo y a Mariano Rajoy y mira con recelo el posicionamiento político que ha ido adoptando el partido toda la campaña electoral. Este es el sentir de los militantes que dieron su opinión a este periódico mientras esperaban a que se iniciaran las intervenciones. Tal vez, las declaraciones durante la semana de Feijóo, censurando el giro a la derecha de su partido y cuestionando que se echara la culpa a Rajoy del descalabro, animaron a la bases a expresarse con tono crítico, a pesar de tratarse del partido en el que militan. "Si no hay cámaras que me graben digo lo que siento; a mí no me importa decirlo", se atrevía Tomás. "Preferiría que no viniese Casado, pero bueno", comenta. "Teníamos que seguir en el centro, con la línea de Rajoy. Y me parece exagerado que ahora se le eche la culpa a de los resultados", añadía.

Más contundente se mostraba Ángel sobre los resultados del PP en las generales. "Falló el candidato, así de claro", dijo este militante sin que hubiese por el medio pregunta alguna relativa a la gestión de Casado. "No está a la altura", terciaba su compañero, Manuel. "Es una sorpresa. No sabía que vendría", relata Alejandra, quien con sus declaraciones deja claro que la sorpresa no es positiva. "Se arrimó mucho a Vox y le hizo mucha propaganda gratuita. Se fue al extremo", precisa. "Es un poco extraño que venga a esta romería. No sé qué tiene que decir, pero voy a estar atenta", confesaba Loli. Esta militante tiene clara su hoja de ruta. Feijóo debe dar el paso para liderar el PP nacional, a pesar de la situación "muy complicada" con la que se encontrará, ya que hay "buen sustituto" para él en Galicia: Diego Calvo. "Es que soy su amiga", dice con naturalidad.

Este cierto desapego con el que se mira al líder del PP nacional tiene otro ejemplo espontáneo. Una mujer llama a Feijóo al grito de "presidente" para que la salude y aprovechar para hacerle una foto, pero quien se gira y le lanza un saludo con la mano es Casado. "Llamo al presidente y me saluda el otro que no es presidente ni nada", le dice a su compañera.

Miguel Ángel es otro de los molestos por el giro a la derecha del PP. "No se puede hacer toda la política desde Madrid, cada sitio es distinto. Y se dijeron muchas cosas fuera de foco. No se puede andar moviendo tanto el partido ni abriendo los límites ni culpar de la derrota a Mariano Rajoy". "Mariano tenía un carisma a su manera, pero no se le puede culpar. Lo dejaron a la izquierda y eso es el problema", asegura Reinaldo."Ahora somos más derechas que antes y lo que tiene que hacer el partido es mirar lo que se hace en Galicia", tercia Bea.

Eso sí, todos los militantes consultados están convencido de que remontar el resultado en las elecciones del 26 de mayo es posible, si bien también reconocen que es difícil. "Son contextos diferentes y no se pueden extrapolar los resultados, porque en las municipales se vota antes al candidato que al partido", asegura Marta, opinión compartida por su compañero.

De la misma forma, también se muestran seguros de que Feijóo tendría capacidad para salvar al PP nacional, pero prefieren que se quede en Galicia y que, si hay esa posibilidad, que no dé el salto a la política nacional. "Debe seguir en Galicia, aquí lo tiene todo más controlado", comenta Francisco. "Podría hacerlo, pero es muy listo y sabe que en España lo tendría muy complicado", añade Alejandra.

"No es el momento, por lo menos mientras no se asiente el partido. Yo prefiero que permanezca en Galicia", sostiene Tomás.

El presidente del PP nacional, Pablo Casado, no apareció solo en Galicia para asistir a la romería de O Pino. Resulta que lleva en la comunidad desde la tarde del jueves, pasando unos días con su familia en una casa de turismo rural, y se marchará hoy.

Dado que el jueves fue festivo en la Comunidad de Madrid y el viernes fue puente, el dirigente popular decidió desconectar en la comunidad gallega y, de paso, acudir a la fiesta que organiza el PP de A Coruña en el área recreativa de A Magdalena. El presidente del partido en la provincia de A Coruña, Diego Calvo, pertenece a la ejecutiva nacional del partido y además es amigo personal de Casado, con el que estrechó relaciones durante el paso de ambos por Nuevas Generaciones.

"No te quejarás", le dejó caer Feijóo a su llegada a la carballeira, ante las decenas de personas que lo rodearon para saludarle. Casado fue el último en llegar a la fiesta. Feijóo ya llevaba unos minutos esperándolo.

Tras las intervenciones, la "familia" popular se acomodó en una inmensa carpa con los otros 5.000 militantes del partido. De menú, pulpo, empanada y carne ó caldeiro. Y una orquesta para amenizar el vermú que tapaba las protestas de un grupo de trabajadores del transporte de basura de Sogama.