Aunque este año, por primera vez, la Xunta se encargará de la limpieza de fincas circundantes a las viviendas para prevenir los incendios, el grueso de la responsabilidad de realizar los desbroces en una franja de 50 metros de ancha sigue siendo de los propietarios. La Administración autonómica, en colaboración con los concellos, solo se encargará de una pequeña parte. De 695 aldeas. Y se calcula que el número de poblaciones habitadas en Galicia ronda las 30.000.

Para los particulares, el 31 de este mes finaliza el plazo para tener despejada de maleza las tierras que rodean las viviendas. Pero con respecto a 2018, esta campaña se ha introducido una novedad, con intención de perdurar en el tiempo, que afecta a las distancias de seguridad y al tipo de arboleda. Se indultan las frondosas, como robles, castaños, abedules, olmos o todos los frutales.

La Xunta ha cambiado el criterio sobre la distancia „las llamadas franjas de seguridad„ a la que puede haber árboles frondosos cerca de núcleos de población, viviendas aisladas, carreteras o instalaciones industriales. En la práctica estas especies dejan de estar penalizadas, ya que a partir de ahora se permite que crezcan libremente al lado mismo de las casas. Ya no se considera que incremente el riesgo de incendio.

Hasta el pasado mes de enero, en una franja de 15 metros de ancho alrededor de las construcciones tenía que estar despejada de todo árbol. Había que talarlos e impedir que nacieran nuevos retoños. Pero esta restricción ya no funciona para las especies frondosas, que pueden crecer a una distancia de tan solo dos metros de las casas y otras construcciones.

El cambio se incorporó aprovechando la tramitación en el Parlamento de la ley de acompañamiento de los presupuestos para 2019. Por eso, entró en vigor el 1 de enero, si bien la Xunta ya llevaba un año meditando la posibilidad de indultar a las frondosas por sus efectos beneficiosos a la hora de evitar los daños causados por las llamas.

La razón es que la Consellería do Medio Rural Considera que para prevenir los incendios es mejor disponer de frondosas que carecer de ellas, dado que con su sombra retardan el crecimiento de la maleza en el suelo y, además, evitan el fuego de copa, que es cuando las llamas saltan de copa en copa „como pasa con pinos y eucaliptos„, lo que obliga al uso de medios aéreos para su extinción para reducir riesgos a las cuadrillas que operan en tierra.

En el caso de campings, gasolineras o instalaciones industriales, la separación será de 15 metros „siempre en el caso de las frondosas„, cuando hasta enero la distancia mínima es de 25 metros. En cuanto a los cauces fluviales, de 5 metros se pasará a 2; en las carreteras convencionales, autopistas, autovías y vía de tren, de 4 a 2; en suelo rústico de protección agropecuaria, de 10 a 5; y en fincas y prados, de 4 a 2.

No obstante, las restricciones seguirán para las especies calificadas como pirófitas, como pinos, eucaliptos o acacias, fundamentalmente, por su capacidad para propagar las llamas. Para ellas no hay indulto y la distancia de seguridad sigue siendo de 50 metros. Dentro de ese perímetro no puede haber ni un solo árbol de estas especies, como tampoco maleza.