Bruno Somoza, de la Agrupación Profesional de Viticultores Rías Baixas, recalca que "no es una actividad de todo el año,sino algo puntual", y que entiende que aquellos que facturan por debajo del Salario Mínimo Interprofesional deberían estar exentos de hacerse autónomos. "Esta campaña puede generar un conflicto muy importante en el sector", ya que supone remover sus cimientos casi de la noche para la mañana. "Antes de empezar a enviar las citaciones, creemos que deberían quedar claros los criterios que va a utilizar la Seguridad Social", explica.

Manuel Ángel Dopazo, del sindicato Unións Agrarias, apunta que por el momento no han recibido ningún caso, pero que sea como fuere no está de acuerdo. "Un funcionario o un trabajador por cuenta ajena ya tienen un seguro, y el fin de semana siguen asegurados", plantea.

De hecho, Dopazo lamenta que este tipo de campañas incluso pueden hacer daño a medio o largo plazo al tejido económico agrario. "Esa gente ya bastante tiene con trabajar el fin de semana, en vez de quedarse en casa a descansar. Por un lado decimos que hay que parar la despoblación del rural, pero después presionamos a la gente que trabaja las fincas en vez de dejarlas en campo", reconoce.