El Portomayor, el arrastrero gallego que lleva retenido desde el 18 de abril en Guinea Conakry tras un conflicto con una consignataria local, prevé abandonar este mediodía el país. Así lo anticipó ayer su armador, Óscar Estévez, que esperaba recibir hoy de la documentación que libere al buque y a su tripulación (26 personas, dos de ellos gallegos) de cuatro semanas de pesadilla. "Creo que ahora llega el final, por fin", afirmó Estévez.

El armador suscribió un acuerdo con una compañía local, por el que debía ingresar 40.000 dólares (35.700 euros, al tipo actual de cambio) por descarga. Hizo dos; solo cobró 13.000 dólares (11.600 euros). A bordo tuvo en todo momento a dos agentes armados, a los que tenía que dar incluso de comer. "Presenté una denuncia para poder romper el contrato, y vender por mi cuenta las capturas". Recibió el plácet judicial, asegura, lo que le permitió desvincularse de su antiguo socio guineano. Pero el Ministerio de Pesca local, comandado por Frédéric Loua, no dio por buena la resolución del juez.