En el sector agroalimentario Galicia se asocia a productos de alta calidad. Ya sea leche o carne de animales criados en explotaciones de la comunidad hasta huevos "da casa" o patatas, grelos y demás hortalizas plantadas en la huerta que integran la despensa gallega... decir procedente de Galicia tiene un plus de categoría. Por eso, algunos buscan aprovecharse de esta buena fama de los productos de la tierra y recurren a la picaresca y al fraude para "vender gato por liebre" ofreciendo como alimentos gallegos y caseros otros que no lo son, lo que puede perjudicar a su buena imagen y al prestigio. Por eso, la Consellería do Medio Rural, en colaboración con el Instituto Galego de Consumo lucha contra estas irregularidades con controles que se saldaron desde 2014 con más de un centenar de expedientes sancionadores a operadores que hacen referencia en la etiqueta a Galicia o que venden artículos como gallegos cuando son foráneos.

De todas formas, el año pasado se detectó un descenso de un 30% al pasar de las 20 sanciones impuestas en 2017 a la docena que se contabilizó el año pasado. La tendencia empieza a recuperarse de nuevo, ya que solo en el primer trimestre de este ejercicio la Xunta abrió cinco expedientes, casi la mitad de los registrados en todo 2018, de los que por ahora solo se resolvió uno. En 2014, año en el que Medio Rural empezó a reforzar la lucha contra el fraude se detectaron una veintena de irregularidades y al año siguiente se duplicó hasta alcanzar las 40. Por tanto, las 12 sanciones aplicadas el año pasado son la cifra más baja en ese lustro „contando los datos de ejercicios cerrados„ solo por delante del resultado de 2016 cuando apenas se impusieron siete multas.

Las denominaciones de origen (DOP) e indicaciones geográficas protegidas (IXP) crearon a principios de año, a iniciativa de la Unión de Consumidores de Galicia (Ucgal), un grupo de trabajo para combatir esta lacra. Los productores gallegos que apuestan por la calidad diferenciada alertan de los problemas que afectan al sector agroalimentario de la comunidad como la competencia desleal, las falsificaciones en el etiquetado, la escasa defensa de las materias primas y las dificultades para concienciar a los consumidores de los riesgos de los productos "da casa" que no pasan controles sanitarios. Por eso, reclaman la implicación de las administraciones para acercar al usuario alimentos seguros y saludables defendiendo los intereses de las DOP e IXP gallegas.

La picaresca afecta a todo tipo de productos: pan "gallego" elaborado en Valencia, pimientos de Padrón que se compran en Murcia o Marruecos, vino elaborado por bodegas gallegas con uva de Castilla, aguardiente o licor de garrafón a la hostelería para que rellenen las botellas?son algunos de los casos que han trascendido en los últimos años. Los productores también alertan de que tanto los quesos como la miel protegidos con sellos de calidad se ven amenazados por los que se comercializan en ferias y mercados con el reclamo de "caseros y artesanales" pero sin que la leche pase el control sanitario. En este sentido, desde 2015 la Xunta regula estas actividades con el decreto que obliga a los interesados a inscribirse en el Registro de Explotaciones Agrarias (Reaga) y en el régimen de venta directa. Además, deben identificar la mercancía que ponen a la venta anotando la cantidad, la fecha y el lugar y los datos del productor.

En la lucha contra el fraude sobre la procedencia de los alimentos que se consumen a diario, el decreto del origen de la materia prima de la leche y sus derivados (yogur, queso, requesón, mantequilla, nata?) aprobado a principios de año por el Gobierno central ha sido un paso adelante. Con esta norma, se indicará el origen de la leche usada como ingrediente que represente un porcentaje superior al 50%. Además, en las etiquetas se deberá incluir el país de origen en el que la leche ha sido ordeñada, como el de transformación.