Los trabajos de limpieza y desbroce de pistas forestales, el acondicionamiento de los cortafuegos y los rareos de arbolado son fundamentales para prevenir los incendios forestales o para que, si se producen, sean menos devastadores. Y lo ideal sería ejecutarlos en primavera. Pero algunas comunidades de montes tendrán que hacerlos en verano por la lentitud de la burocracia. Y es que la Consellería do Medio Rural todavía no ha resuelto la orden de ayudas económicas que tiene para que las comunidades limpien el monte. Y mientras no les lleguen las resoluciones definitivas, los comuneros se ven de manos atadas. José Luis Tourís, secretario de una de las comunidades de Vilanova resume el sentir del sector. "La convocatoria de estas ayudas tendría que hacerse antes, o si eso no puede ser, resolverse más pronto". Porque en su opinión, las actuaciones de prevención deberían estar terminadas como muy tarde a finales de mayo o principios de junio, pero en la práctica en este 2019 será difícil que las comunidades puedan empezar a trabajar antes de julio. Para entonces, si el tiempo es seco y cálido en Galicia, el monte ya estará en riesgo. Desde una asesoría explican que la Consellería do Medio Rural convoca dos líneas de ayuda para que las comunidades de montes hagan labores de prevención en sus territorios. Una es para trabajos silvícolas, e incluye desde podas a rareos, pasando por la retirada y triturado de restos de madera o los desbroces. La tramitación de estas ayudas este año va relativamente rápida, hasta el extremo de que la Xunta ya ha requerido más documentación a algunos solicitantes. Pero, es la que menos urge a los propietarios del monte, "porque no se hacen hasta noviembre, y la Xunta da de plazo hasta marzo del año siguiente para justificar la subvención", explican en la asesoría.