La red autonómica de carreteras ha registrado en 2018, por quinto año consecutivo, un incremento del tráfico. Del 2,2%, si bien todavía sigue en los niveles de principios del milenio tras bajar el listón a causa de la crisis económica. Pero el reparto de vehículos, conforme a la desigual morfología de la comunidad entre la vertiente atlántica y la interior, es también muy diferente.

Hay carreteras de la red básica por las que apenas circulan de media al día 900 coches y camiones. Sin embargo, en otras de la misma categoría „sin contar las vías de alta capacidad„ resulta que soportan un tráfico superior a los 10.000 vehículos por día, casi como en una autovía, pero solo que en carreteras de una única calzada por sentido. En esta situación se encuentran 16 tramos viarios en la comunidad.

En otras 35 carreteras de la red autonómica también se superan los 10.000 vehículos diarios de tránsito, pero se trata de autovías o de vías rápidas „donde gran parte del trazado funciona con tres carriles y no hay cruces transversales„. Estos datos se recogen en la memoria de tráfico de la Xunta correspondiente al pasado año, que revela que la provincia de Pontevedra fue la que más incremento de movilidad registró. Creció un 3% con respecto a 2017, frente al 2,2% de la Lugo, el 2% de la de A Coruña o el 0,9% de la de Ourense. En la AP-9 la intensidad media de tráfico diario ha oscilado en los últimos años entre los 18.000 y los 25.000 vehículos.

En la provincia de A Coruña hay cinco tramos. El más usado es la salida de la capital por A Pasaxe, con 21.122 coches al día, seguido de la glorieta de Sabón, con casi 20.000. Los otros tres con gran ocupación son Guísamo-Bergondo (13.946); Negreira-Brión (10.732); y una de las salidas de Santiago, Vidán-Roxos (13.812).

En Poio también se superan los 15.000 vehículos diarios a pesar de tener un carril por sentido. Cada día el pasado año lo utilizaron 16.884.

Por encima de los 10.000 también figuran, según la memoria de la Xunta, los tramos Samieira-Sanxenxo (10.471); A Lanzada-O Grove (11.877); la conexión de Ponteareas con la A-52 (12.062); Caleiro en Vilanova de Arousa (10.073), Cangas-Moaña (10.305); Meira-Rande (13.911); o A Xurela-Nigrán (13.934).

Pero como sucede en Poio, hay dos tramos en la provincia de Pontevedra con un volumen de circulación similar al de una autopista. Por el enlace de Curro con la AG-41 pasan al día de media 17.365 coches y camiones y entre Goián y Vilar de Matos circulan 14.724. En la provincia de Ourense no existe ninguna carretera de la red básica con estos tráficos tan elevados, mientras que en la de Lugo solo hay una. Es el tramo de enlace entre la capital provincial y la Autovía del Noroeste, con poco más de 10.300 vehículos al día.

En el conjunto de Galicia, la intensidad media del tráfico diario es de 3.097 vehículos, una cifra que no ha dejado de subir desde el año 2013, cuando la cifra era de 2.981 y suponía una reversión de la tendencia a la baja derivada de la crisis. El máximo se marcó en 2007 con 3.321 vehículos moviéndose de media al día por carreteras cuya titularidad ostenta la Xunta.