Los trabajadores vinculados al mejillón en Galicia siguen la línea del sector pesquero y ven reducido su número con el paso de los años. Según la encuesta Ocupesca, que realiza cada dos años la Consellería do Mar, en 2017 „año de la publicación del último sondeo„ la población ocupada en este segmento ascendía a 3.890 personas, 526 trabajadores menos que en la encuesta realizada en 2015 cuando se contabilizaron 4.416. Este descenso no solo afecta a los mejilloneros, sino que también cayó el número de empresas vinculadas al sector, aunque en menor medida. Los datos del 2017 apuntan que había 1.914 por las 1.929 del 2015, a la espera de conocer las cifras de la siguiente encuesta que se publicarán este año.

A pesar de estas caídas, la extracción de mejillón genera otras actividades que están orientadas a su puesta en disposición en los mercados y de apoyo en la cadena de valor. Estas labores conforman un "importante conglomerado empresarial" que llega a generar "alrededor de 10.000 puestos de trabajos que en algunos municipios costeros llegan a suponer el 25% del empleo", concreta la Consellería do Mar.

La presencia de las bateas en las rías gallegas, por el contario, sigue estable. Este factor no evita que la tendencia de la producción del bivalvo esté en alza. Durante el pasado año los trabajadores extrajeron 278.693 toneladas de mejillón, un 5% más que hace un año (266.917 toneladas). De las 278.693 toneladas recogidas a lo largo de 2018, 103.568 fueron destinadas a la industria conservera y las restantes (175.124 toneladas) fueron para fresco.

En la actualidad hay alrededor de 3.500 bateas destinadas al cultivo de mejillón. La ría de Arousa es la que más agrupa con más de 2.300 (aproximadamente un 68% del total). Cerca de 800 se localizan en las rías de Pontevedra y Vigo mientras que las restantes se reparten entre las rías de Muros-Noia, Ares-Betanzos y Baiona.

El inicio de la actividad en Galicia se remonta a los años 40 cuando solo había 10 bateas fondeadas en la ría de Arousa. A partir de ese momento el cultivo de mejillón se consolidó y se vio incrementado debido a las características de las rías, que las hacen "idóneas" para este bivalvo.