Peatones, ciclistas y motoristas, debido a sus características físicas o a la forma de desplazarse, tienen más probabilidades de verse implicados en un accidente de tráfico o de que las consecuencias sean más severas. Por eso, la Dirección General de Tráfico (DGT) los agrupa en la categoría de colectivos vulnerables y realiza campañas de sensibilización para mejorar su protección como la llevada a cabo en la segunda mitad del mes pasado, debido a que son uno de los focos de la accidentalidad en las carreteras gallegas. De hecho, durante el primer cuatrimestre de este año, el 43% de las víctimas mortales en las vías interurbanas de la comunidad pertenecían a alguno de los grupos anteriores. Esta cifra supone un aumento respecto al 31% registrado en todo 2018 y también en comparación con 2017, cuando el número de fallecidos por atropellos o en accidentes con ciclistas o motoristas implicados supuso un 34% del total.

Para concienciar de su vulnerabilidad en la carretera y recordarles la necesidad de hacerse visibles con prendas reflectantes en el caso de los peatones o usar sistemas de y seguridad como los cascos y la indumentaria adecuada entre los usuarios que circulan con bicicletas o motocicletas, la DGT y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil pusieron en marcha el mes pasado una campaña en la controlaron durante una semana a 5.593 usuarios en toda Galicia. De ellos, 186 fueron denunciados, lo que supone una media de 26 al día y el 3% del total. Uno de cada cuatro controles se centró en las motocicletas, con 2.561 vehículos interceptados, frente a los 1.800 peatones y los 1.142 ciclistas, que representan el 31% y el 20% de los usuarios a los que pararon los agentes.

En el colectivo de los motoristas se concentró precisamente el mayor volumen de denuncias con 158, un 6% respecto al total de controles, mientras que en los otros dos grupos la proporción de infracciones no llega al 1% en ninguno de los casos. Siete de cada diez motoristas sancionados, en concreto 106, se registraron en la provincia de Lugo y casi el 90% por exceso de velocidad, si bien se dieron algunos casos de adelantamientos antirreglamentarios o incumplimientos de señales.

Pese a que, con 42 casos, en Pontevedra los motoristas multados fueron la mitad que en Lugo , el porcentaje respecto al total alcanzó el 10% en las vías pontevedresas, dos puntos más que en las lucenses. Y la infracción más recurrente no fue la velocidad inadecuada sino no tener la ITV en regla, con 11 multas, casi un tercio. En A Coruña se contabilizaron nueve denuncias de este tipo sobre 477 motocicletas paradas „ocho por incumplir las normas de velocidad y otra por carecer de ITV„-y en Ourense dos de 360 usuarios controlados.

Entre los ciclistas denunciados destaca de nuevo Pontevedra con 12 sanciones entre las 320 bicicletas vigiladas, casi un 4%. En el resto de las provincias gallegas las multas representan menos del 1% y en números absolutos, se sumaron dos en Ourense, una en A Coruña y otra en Lugo. No llevar casco fue la infracción más repetida en la comunidad entre este colectivo. En la provincia pontevedresa los agentes también multaron a dos ciclistas por dar positivo en el test de alcoholemia y a otro por circular bajo los efectos de las drogas, a tres por llevar auriculares, a dos por usar carriles y arcenes y a otro por hablar por el teléfono móvil.

En lo que se refiere a los peatones, en Pontevedra, a diferencia de los supuestos anteriores, no fue denunciado ninguno de los 209 viandantes a los que paró la Guardia Civil. Ni tampoco a los 888 a los que repartió chalecos reflectantes en Lugo. De los 1.800 peatones a los que los agentes explicaron las normas de seguridad que deben cumplir cuando salgan a andar, se multó a uno en A Coruña por cruzar la calzada de forma incorrecta y a otro en Ourense por circular por un lugar indebido.

Al mismo tiempo de recordar las normas a los colectivos vulnerables con la entrega de prendas reflectantes y trípticos informativos, la DGT también aprovechó esta campaña para concienciar al resto de usuarios de la vía, es decir, conductores de otros vehículos, de la elevada exposición al riesgo de estos grupos y, por tanto, de la necesidad de mantenerse alerta ante su presencia.

Entre las recomendaciones la Guardia Civil recuerda que ante los usuarios vulnerables en la carretera los otros automovilistas deberán reducir o moderar la velocidad, prestar especial atención en cruces y giros, mirar por los espejos retrovisores para confirmar la posible presencia de ciclistas o motoristas, usar los intermitentes con antelación suficiente para señalizar las maniobras, respetar la distancia lateral de al menos 1,5 metros al adelantar al ciclista o al peatón.