El PP utilizó ayer su mayoría absoluta para aplazar el pleno en el que el Parlamento designará los tres senadores autonómicos a que Galicia tiene derecho, al margen de los elegidos en las urnas. La decisión crispó a la oposición, que cruzó reproches con los populares. Estos aseguraron que esperarán "mirando cómo se resuelve la batalla" entre los integrantes de En Marea, con los socialistas a la expectativa. Mientras, En Marea, PSdeG y BNG coincidieron en vincular la dilación con las dificultades del PP para elegir los dos nombres que le corresponden ante la competencia entre aspirantes que quedaron sin poder tras las municipales.

La Junta de Portavoces se reunió ayer para establecer el orden del día del pleno de la próxima semana, en el que se preveía la inclusión de la elección de los senadores: dos del PP y uno de En Marea. El secretario xeral de los populares, Miguel Tellado, defendió la legitimidad de la decisión y aseguró que prevén debatir esa designación la última semana del mes.

Luís Villares (En Marea) censuró el "uso manifiesto" de las instituciones en beneficio del PP y lo relacionó con el overbooking de aspirantes. "Las luchas entre Pilar Rojo, los candidatos a las Alcaldías que no salieron... motivan, parece ser, esta situación", declaró. El socialista Xoaquín Fernández Leiceaga consideró que el aplazamiento "revela la dificultad del PP para poner sobre la mesa el nombre de dos senadores" antes de resolver los pactos locales y apuntó a la opción para el salto a Madrid de Alberto Núñez Feijóo.

Ana Pontón (BNG) insistió en la falta de motivación de ese retraso, "a no ser que el PP tenga un problema interno de baltarismo contra Feijóo".