Pese a que Galicia es una comunidad que se comporta en el sector inmobiliario de forma diferente al resto de territorios -la crisis llegó más tarde y más amortiguada y está saliendo más despacio de ella- tiene algo en común con todos: el precio de las viviendas nuevas aumenta al mismo ritmo que lo hacía antes de la crisis.

En el último trimestre de 2018, el importe de los inmuebles de nueva construcción se disparó en la comunidad un 10,2% con respecto al mismo periodo del año anterior. Ayer, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos del primer trimestre de 2019 y aunque el porcentaje de subida es menor (7,3%), se mantiene en cifras similares a las de antes de la crisis.

La última vez que el coste de las casas nuevas se incrementó a este ritmo fue poco antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria cuando lo hizo un 9,7% en el primer trimestre de 2008; un 8,6% en el segundo, y un 6,6% en el tercero. A partir de ahí, sumó nueve meses al alza por debajo del 3% -ya se veía venir la crisis- y después, la gran recesión: 19 trimestres seguidos de caídas, entre mediados de 2009 y principios de 2014. Casi cinco años en números rojos. En algunos trimestres, como los seis que transcurrieron entre enero de 2012 y junio de 2013, el desplome fue por encima del 10%. Y luego llegó la recuperación. Desde 2014, 18 trimestres -cuatro años y medio- de crecimiento ininterrumpido del valor de las viviendas nuevas en Galicia.

Pese a la mejoría, el índice (que es una referencia que toma como base 100 el año 2015) muestra sin embargo que los precios de los inmuebles de nueva construcción todavía están por debajo de los de la época de bonanza. En el primer trimestre de este año se situó en 123,3 puntos, frente al máximo histórico de 134,4 del segundo trimestre de 2009.

Las casas nuevas son las que tiran del sector, ya que la subida general se debe, casi en exclusiva, a su encarecimiento, cuyo importe está subiendo al mayor ritmo desde 2018, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. El coste de la vivienda a nivel general se encareció en Galicia un 3,6% en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2018, mientras que la vivienda de segunda mano creció un 2,9%. Es decir, el empuje de los inmuebles nuevos provoca que los precios en general se incrementen pese a que las casas de segunda mano, que representan la inmensa mayoría de la oferta, se encarecieron menos del 3%.

Aunque la tendencia es similar en Galicia y en el resto del Estado, el comportamiento es diferente: el crecimiento en la comunidad es menor que en los otros territorios. El 3,6% de incremento general en el primer trimestre colocó a Galicia como la segunda comunidad en la que menos subió el importe, ya que solo Extremadura (+2,4%) tuvo un incremento inferior. La media de subida entre autonomías fue del 6,8%.

En cuanto a la vivienda nueva, en la comunidad gallega hubo una subida en el coste del 7,3%, el tercero más bajo, solo por encima de Andalucía (+7%) y Asturias (+7,2%).

Y respecto a la vivienda de segunda mano, hubo un aumento del 2,9% en Galicia, también el tercero más bajo del país.

En resumen, tanto el crecimiento del precio de la vivienda nueva como el de la usada en Galicia está entre los tres más bajos del Estado. Pese a ello, el coste de los inmuebles nuevos, no así el de los usados, ya crece al mismo ritmo que antes de la crisis.