Los conflictos internos suponen un lastre adicional para la izquierda en Galicia en su intento por desalojar al PP de Alberto Núñez Feijóo de la Xunta desde la caída del bipartito en 2009. En el peor momento de los populares y después de que en mayo los socialistas se convirtiesen por primera vez en los más votados en unas elecciones generales, el PSdeG dirigido por Gonzalo Caballero sufre su primera gran crisis orgánica tras la dimisión ayer del líder provincial de Lugo, Álvaro Santos, que supone el cese de su ejecutiva e impone el nombramiento de una gestora que pilote el partido.

La pugna sobre el escogido para presidir la Diputación de Lugo ha sido la gota que ha colmado el vaso en las relaciones entre Santos y la dirección autonómica, tensas ya desde la elección de las listas electorales para las generales y municipales de abril y mayo. "No hay una buena relación con la ejecutiva nacional del PSdeG", reconoció el ya exsecretario xeral del socialismo lucense, que acusó al aparato gallego de "trabajar solo en el plano orgánico", informa Efe, con la intención de "colmar ambiciones personales siempre de los mismos". "No seré cómplice de la división del PSOE. Me voy para que Álvaro no sea un problema. Ahora veremos si era un problema o una excusa", dijo. Santos, que mantendrá su acta de concejal en el concello de Lugo que seguirá bajo control socialista, hizo un repaso de los choques con Caballero y su equipo, asegurando que la relación comenzó a torcerse cuando este lo invitó a no presentarse a las primarias para la Secretaría Provincial, que ganó en diciembre de 2017 con el reto de estabilizar un territorio en crisis por el tránsfuga Manuel Martínez, que permitió en 2015 al PP llegar a la diputación, aunque luego el PSdeG la recuperó.

Esta institución motivó el último pulso, pues Santos apoya a Darío Campos, alcalde de A Pontenova, para que repita en el cargo frente a José Tomé, regidor de Monforte, que aspira al puesto. "No sé si apoyan a otra persona o no, el secretario de Organización [José Antonio Quiroga] dice que sí, aunque públicamente no dice nada y el secretario xeral dice que se mantiene en la imparcialidad. No sé si están divididos entre ellos o emplean un doble discurso", criticó. Sobre ese asunto, Caballero dejó ayer la decisión en manos de la "comisión federal de listas", que se conocerá esta semana.

"No le interesa el diálogo", atacó Santos. "Lo único que les interesa es la confrontación y, si no ganan como fue en las generales en la opinión de las agrupaciones, se trata de ganar a través de la imposición", arremetió en alusión a los cambios en las listas de las generales de abril aplicadas por Ferraz para incorporar a afines a las cúpulas gallega y estatal a los primeros puestos al Congreso y al Senado, relegando a la segunda posición a los preferidos por las bases. Esa operación, que se repitió en las municipales en puntos como Ourense y Ferrol, abrió una grieta en el partido „el candidato a la alcaldía de Ourense dimitió„, aunque los buenos resultados calmaron las aguas.

Por otro lado, Darío Campos negó ayer en sede judicial cualquier irregularidad en la denegación de una licencia de obras en A Pontenova porque existían "informes técnicos desfavorables". El regidor y presidente de la diputación en funciones declaró como investigado por un supuesto delito de prevaricación, informa Europa Press.