Las crisis internas de En Marea han hecho mella en sus bases, causando una sangría de bajas. El partido liderado por Luís Villares ha perdido desde el inicio del año 714 inscritos, pasando de los 4.877 de las primarias de diciembre a los 4.163 que suma en la actualidad, según los datos ofrecidos por la organización el pasado día 6, antes de que trascendiese que los militantes deberán pagar una cuota mensual a partir de julio.

El adelgazamiento de En Marea desde enero evidencia el proceso de reorganización y refundación que ha iniciado el espacio de confluencia. El proceso de desintegración arrancó tras las autonómicas de septiembre de 2016: dos meses después de la creación de En Marea como partido instrumental. En su cita fundacional de Vigo comparecieron mil personas. En mayo del año pasado, cuando se realizó una consulta sobre la discusión con un policía de la diputada Paula Quinteiro, En Marea estaba compuesta por 2.380 personas. Rozó las 3.000 en su plenario de octubre „aunque la votación más concurrida solo concentró 468 papeletas„ y añadió 200 más un mes después. Su techo data de diciembre, motivado por los fichajes de cada bando para ganar las primarias, sobre las que se cruzaron acusaciones de pucherazo y que venció Villares. Entonces, tenía 4.877 inscritos. El día 6 eran 4.163. En Marea celebrará en julio un plenario sobre su futuro y elegirá nueva cúpula en agosto en un proceso que afronta en crisis derivada de unos resultados electorales que no le permitirán recibir fondos públicos para costear su campaña. Por ello, en julio comenzará a cobrar cuotas a sus militantes por primera vez.