Unos días después de que el PP entregase la alcaldía de Ourense a Gonzalo Pérez Jácome, al que Alberto Núñez Feijóo había tachado de "letal" para la ciudad, el presidente de la Xunta lanzó un alegato a favor de la "estabilidad política" de la que señaló como ejemplo a su Ejecutivo, que "va a reaccionar desde ya" al "vacío y la incerteza institucional y política" que padece el Estado. Un mensaje a un año de las elecciones autonómicas y después del varapalo sufrido por los populares en el reciente ciclo electoral.

La arenga de Feijóo tuvo como público a los altos cargos de la administración autonómica, reunidos en la sede de la Xunta en San Caetano. Durante una hora los conminó a ejercer de "pegamento de la sociedad gallega" mediante un trabajo con el que diseñar "la Galicia de la próxima década".