Abandonar el territorio nacional es una vía de escape para miles de españoles cada año. La inestabilidad laboral, como motivo principal de la fuga de talento, obliga a buscar un futuro lejos del lugar de procedencia. En Galicia, el paso del tiempo lleva a muchos emigrados a volver a su hogar. Durante el año pasado, 6.705 gallegos retornaron del extranjero „un 80% menores de 65 años„ frente a los 4.150 que se marcharon en el mismo periodo. Esto se traduce en un saldo positivo, que contrasta con la senda negativa en la marcha de personas hacia otras comunidades. En 2018 se fueron de Galicia 74.190 ciudadanos con nacionalidad española y la comunidad acogió a 73.834, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La Xunta destaca estos resultados positivos con respecto al extranjero y señala el crecimiento por quinto año consecutivo en la llegada de retornados, un 8% más, que supone casi un 50% más en los últimos tres años. Además, el Gobierno gallego indica que desde 2009 son más de 40.000 nacidos en Galicia los que regresaron del extranjero. En 2018 Venezuela volvió a ser el países del que procede un mayor número de gallegos retornados: unos 2.517, lo que supone casi el 40% del total. Le siguen los 723 procedentes de Suiza. Entre ambos países suman la mitad de los retornos.

La crisis demográfica en la que está sumida Galicia se agudiza al registrarse el pasado año 15.854 fallecimientos más que nacimientos, lo que arroja el peor saldo vegetativo de la historia y el peor balance de España. Los efectos podrían ser peores si no fuese por la inmigración, que ayuda a aliviar la situación en la comunidad. Tanto los gallegos retornados como los inmigrantes con otras nacionalidades que aterrizan en Galicia en busca de una oportunidad laboral amortiguan la sangría de población. La comunidad perdería un millar de vecinos más al mes sin la llegada de inmigrantes. Aún así, Galicia redujo su población en más de 2.800 vecinos hasta quedarse justo por encima de los 2,7 millones de residentes. Sin la llegada de extranjeros la cifra habría descendido de ese umbral.

Las medidas de la Xunta

El Gobierno autonómico inició ayer la tramitación de la que será la primera ley de España de impulso demográfico. Una de las principales acciones recogidas para frenar la despoblación se centra en fomentar el retorno de emigrantes gallegos „más de medio millón repartidos por el mundo„. "Es la solución más rápida, más eficiente y más pragmática", destacó Feijóo, recordando que en 2018 la llegada de residentes procedentes del extranjero "fue la única forma de disminuir el impacto negativo entre nacimientos y defunciones en Galicia".

La razón de esta apuesta por el retorno, para lo que la Xunta todavía no ha puesto cifras concretas al gasto que significará, es que no solo nacen menos hijos, sino que también cae la cifra de mujeres en edad fértil. "Cada vez hay menos y este problema no va a disminuir, sino que se va a acrecentar", comentó el presidente.