La entrega de las Medallas Castelao se convirtió ayer en una reivindicación de la necesidad de alcanzar la igualdad en la primera cita en 35 años en la que todas las galardonadas eran mujeres. Ante la cardióloga Marisa Crespo; la piragüista Teresa Portela; la actriz Benedicta Sánchez; la delegada de Stop Accidentes, Jeanne Picard; y la representante del colectivo de redeiras, Verónica Veres, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, rechazó el "intento de apropiación partidaria del feminismo" y los "ataques" contra ese movimiento "en nombre de una supuesta discriminación masculina".

El protagonismo de la mujer en esta edición de entrega de los distintivos de la Xunta se produce después de que el feminismo lograse situarse en el centro de la agenda pública, con las huelgas del 8 de marzo o el movimiento #MeToo. El citado paro de mujeres generó un enfrentamiento entre los partidos e incluso el PP rechazó acudir a la manifestación unitaria de este año y celebró un acto propio. Ademas, Vox, que permite a los populares gobernar Andalucía o la ciudad de Madrid, ha convertido al feminismo en diana de sus ataques.

Feijóo defendió el movimiento feminista como una fórmula para "completar una realidad incompleta". "Admitamos que muchos hombres no supieron, o no supimos, entender que el feminismo venía a completar una realidad incompleta y que, por tanto, nos hacía más fuertes a todos", expuso durante un acto celebrado en la iglesia de San Domingos de Bonaval, en Galicia, según informa Efe.

En esa línea arremetió contra quienes ven en "las políticas de igualdad una agresión o en la lucha contra la violencia de género un exceso. Quien "combate o se mofa" de esa lucha feminista se sitúa "fuera de los criterios que definen las políticas democráticas a estas alturas del siglo XXI", añadió, según Europa Press.

El titular de la Xunta definió el feminismo como protagonista de un "tercer rexurdimento", tras el primer despertar de carácter cultural y la Transición en el segundo. "La mujer estuvo presente en el primero y en el segundo, pero muchas veces en una injusta posición subordinada y obligada a posponer indefinidamente sus reivindicaciones", sostuvo en un acto al que asistieron el presidente del Parlamento, Miguel Santalices; el expresidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; los miembros del Ejecutivo gallego o el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, entre otros.

Las Medallas Castelao fueron creadas en 1984 para conmemorar la llegada a Galicia de los restos de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y destacan la trayectoria de figuras insignes de la comunidad.

La primera en recibir el premio ayer fue la doctora Marisa Crespo Leiro (Cea, 1961), jefa de la unidad de insuficiencia cardíaca y trasplantes del Complejo Hospitalario de A Coruña (Chuac). Visiblemente emocionada, destacó el papel de los médicos. "Como a Castelao a nosotros también nos gusta transformar los ideales en realidades", proclamó.

Jeanne Picard (París, 1943) es delegada de Stop Accidentes en Galicia desde que perdió a su hijo Santiago a los 33 años hace 19. Reivindicó su lucha para "lograr cero víctimas" en las carreteras.

La tercera premiada fue Teresa Portela Rivas (Cangas, 1982), piragüista que suma cinco participaciones en Juegos Olímpicos y 14 medallas en campeonatos mundiales. Consideró el premio como un "símbolo de esperanza para las nuevas generaciones de mujeres".

Una novata en recibir galardones se consideró Benedicta Sánchez Vila (O Corgo, 1936), actriz de la película O que arde, del cineasta gallego Oliver Laxe, recientemente premiada por el jurado del festival de Cannes y que "nunca antes había actuado ante una cámara ni había hecho cine".

Aseguró no creerse merecedora del premio que para ella ya supuso participar en la película de Laxe, lo que le permitió "conocer los pueblos y las gentes" a las que el rodaje la llevó.

La última medalla Castelao fue recogida por Verónica Veres en representación de las redeiras gallegas. Esta agradeció un reconocimiento que relacionó con el "esfuerzo y el trabajo" de un colectivo compuesto mayoritariamente por mujeres que valoran que reconozcan la importancia de su día a día para el crecimiento de Galicia y también como una forma "de hacer cultura".