Greenpeace alertó del daño "irreversible" que podría causar en el océano la minería en aguas profundas y pide a los gobiernos que promuevan un Tratado Mundial de los Océanos en Naciones Unidas que sitúe en el centro de la gobernanza de los océano su conservación en vez de su explotación. La ONG publicó el informe In deep water (En aguas profundas en español) que denuncia los daños "severos e irreversibles" a los que se enfrentan los océanos si no se establecen salvaguardas ambientales más estrictas para su protección ante los riesgos de la minería en aguas profundas.

La industria minera de aguas profundas, según el estudio, es "consciente" de que sus actividades pueden provocar la extinción de especies únicas. Greenpeace pide a los gobiernos que acuerden un "sólido" Tratado Mundial de los Océanos en Naciones Unidas que ponga la conservación y no la explotación en el centro de la gobernanza de los océanos.

"La salud de los océanos está estrechamente vinculada a nuestra propia supervivencia. A menos que actuemos para protegerlos, la minería de aguas profundas podría tener consecuencias devastadoras para la vida marina y la humanidad", declaró Louisa Casson, de la campaña de Protección de los Océanos de Greenpeace. Además, recordó que las profundidades marinas son el ecosistema más grande del planeta y que esta industria "codiciosa" podría destruir esas "maravillas".