Los sindicatos de la prisión pontevedresa de A Lama, en este caso Acaip-UGT, vuelven a reclamar más medios para enfrentarse a su labor diaria en el centro penitenciario y ponen como ejemplo el caso de un recluso que ha protagonizado hasta siete altercados regimentales en menos de un mes. Se trata de H. M. A., clasificado en primer grado penitenciario y ubicado en el departamento de aislamiento. Uno de los últimos incidentes se produjo el 30 de junio cuando el interno comunicó a los funcionarios que se había tragado siete pilas y se introdujo una varilla de ocho centímetros en el pene. Cuando iba a ser desplazado a un centro médico externo y esperaba en el departamento de ingresos, el interno comenzó a golpear las dependencias en las que se encontraba y en medio de un estado de máxima alteración, entre gritos e insultos a los funcionarios, a los que también amenazó.