El Pemba Bay es un pesquero de 53 metros de eslora y 907 GT, construido en el año 2002. Es uno de los más de cuarenta efectivos de la flota de capital gallego que operan en Namibia, uno de los caladeros que propiciaron el mayor proceso de internacionalización e innovación del sector „a partir de los años sesenta„ con la eclosión de la flota congeladora y las sociedades mixtas. Pertenece además a una de las armadoras de más extensa trayectoria, Copemar, prácticamente coetánea de ilustres firmas pesqueras como Pescanova, Pescapuerta o Pereira. El Pemba Bay tendrá un compañero de fatigas; la compañía viguesa ha firmado la construcción de una nueva unidad, según confirman fuentes del sector naval. Tendrá 54 metros de eslora y será similar al Oshiveli, ensamblado en Armón Vigo para la armadora namibia Tunacor Fisheries Limited. En esta ocasión, y por "cuestión de plazos", el buque tomará forma en las gradas del mismo astillero, pero en las que tiene en la localidad asturiana de Navia. Es un proyecto al que hay que sumar el arrastrero congelador que proyecta Lafonia para Flakland Islands, de acuerdo a la información a la que tuvo acceso este periódico. Con ambas unidades son ya 17 las nuevas construcciones adjudicadas en los últimos dos años por parte de armadoras gallegas, que aceleran ahora en el proceso de renovación de flota.

La entrada en vigor del proyecto de Copemar se produjo el pasado jueves, con lo que engrosará la nueva cartera de pedidos del tercer trimestre. La armadora pretende disponer del buque para finales de 2020, un plazo que Armón Vigo no podía asumir dada la elevada carga de trabajo con la que cuenta a día de hoy. Con todo, el sector prevé que buena parte de los equipamientos también se adjudiquen a firmas gallegas, como sucedió con el Oshiveli. Copemar SA, presidida por Justo Ojeda, elevó más de un 35% su facturación en 2017, de acuerdo a las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, con ventas de 27,6 millones de euros. El resultado neto también experimentó un fuerte incremento; alcanzó un beneficio de casi cinco millones de euros.

Estrategias

"El otro proyecto [por el de Lafonia] está más en ciernes", expusieron las mismas fuentes. Esta sociedad fue propiedad de Pescanova hasta 2016, cuando fue adquirida por Conservas y Frigoríficos del Morrazo (participada por las armadoras Hermanos Gandón y Moradiña). Era la compañía a través de la cual la multinacional gallega operaba en las Malvinas y las Georgias del Sur gracias a una joint venture con la empresa de capital británico Seaview Limited. Esta alianza empresarial continúa.

Pesca Baqueiro fue la primera pesquera en iniciar este proceso de renovación de buques, que continuaron Rampesca, Mascato, Pereira, Nueva Pescanova, Pescapuerta y Calvo. En suma, esos 17 barcos „arrastreros congeladores, fresqueros y marisqueros„ para los caladeros de NAFO, Gran Sol, Malvinas, Namibia, Mozambique y el Índico.

Aunque las nuevas construcciones ha sido solo una parte del arreón expansivo del sector, que solo en los tres últimos ejercicios ha incorporado medio centenar de unidades a sus flotas. La mayor parte de este crecimiento se cimentó en base a operaciones de crecimiento inorgánico (compra de empresas), por las que optaron compañías como Grupo Iberconsa o Profand. Otras „Pereira, Videmar, Vieirasa o Wofco„ han hecho lo propio con incremento de capacidad con procedimientos orgánicos, a costa eso sí de un adelgazamiento del número de barcos en Gran Sol. En el caso de Vieira, la compra del Praia da Marosa y el Abrela le servirá para incrementar su músculo en Senegal, donde opera a través de la filial Senevisa. También Iberconsa pescó en este caladero para reforzar su flota, con la reforma por ejemplo del Minchos Octavo y el Minchos Noveno.