Tras denunciarlo públicamente Núñez Feijóo desde hace un par de semanas, el Parlamento gallego tomó ayer posición formal sobre el llamado, por el PP, "pufo" de los 700 millones. La Cámara aprobó una iniciativa de los populares para reclamar al Gobierno central la transferencia de esos 700 millones comprometidos para 2019 y de los que 530 están recogidos en los presupuestos gallegos, aunque todavía sin ingresar.

"El volumen de esta deuda con Galicia pone en riesgo el equilibrio financiero de la comunidad autónoma y, de mantenerse, podría obligar a la Xunta a estudiar la adopción de medidas de reducción de gasto", advirtió el portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy.

Según detalla el PP, los 700 millones adeudados por el Gobierno central proceden de tres categorías diferentes: 330 millones como actualización de las entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica; 200 millones de la devolución de la mensualidad del IVA del pasado año y unos 170 millones del incentivo a las comunidades autónomas cumplidoras con la senda de estabilidad y los objetivos de déficit.

Puy insistió en que existen "antecedentes de Gobiernos en funciones" aprobando decretos ley "por razones de urgencia" en materia financiera, por lo que considera que existen "mecanismos" para que el actual ejecutivo de Pedro Sánchez pueda sacar adelante estas transferencias. El pronunciamiento del Parlamento con todos los votos a favor salvo los del PSOE, que se abstuvieron.

La jornada de ayer del pleno también fue de estrenos y despedidas. Manuel Lago intervino como portavoz parlamentario de En Marea y los diputados del PSOE Juan Díaz Villoslada y Abel Losada dejan la Cámara para incorporarse a los Concellos de A Coruña y Vigo. Por otra parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se empleó a fondo, en la sesión de control del Parlamento, en defender la futura ley de impulso demográfico y avanzó que aprobará "todos los meses que restan de legislatura" medidas para intentar recuperar población.

También pidió apoyo a la oposición, pero en vano, porque tanto el PSOE como el BNG solo la ven como una iniciativa propagandística plagada de políticas natalistas ya fracasadas y condenadas de antemano. "Es el mejor anticonceptivo de Galicia", ironizó el portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, mientras que Ana Pontón, por el BNG, consideró un error las medidas propuestas si antes no se crea empleo.