Han tenido que ser los instagramers „y no por sus buenas prácticas„ los que han devuelto a la actualidad la explotación minera de Monte Neme, situada entre Carballo y Malpica de Bergantiños. Tras siete años de abandono, usuarios de Instagram, atraídos por el color turquesa de sus aguas „derivado de la presencia de wolframio„, han advertido de las intoxicaciones que han sufrido después de fotografiarse bañándose en la balsa.

Ante la facilidad con la que se puede acceder al lugar, la Cámara Oficial Minera de Galicia (COMG) ha denunciado que la explotación minera supone "un riesgo para la seguridad de las personas", por lo que recomienda "poner medidas eficaces y suficientes para impedir el acceso". Por su parte, el colectivo Salvemos A Cabana ha demandado el sellado, por los riesgos que suponen para la salud, de las balsas de residuos tóxicos que, por su color azul turquesa, se han convertido en reclamo turístico para numerosos instagramers.

La mayoría de las fotografías tomadas en la zona del Monte Neme se realizan desde el exterior de las balsas, pero algunos usuarios de esta red social se han quejado de vómitos, mareos e irritaciones cutáneas tras bañarse en las aguas.

La cantera de Monte Neme fue explotada hasta 2012 por Leitosa SAU, una empresa filial del grupo valenciano Sedesa, que ese año entró en concurso de acreedores. En 2013 se produjo el desalojo de la firma explotadora „por mandato judicial a instancia de la comunidad de montes„ de los terrenos del monte vecinal que ocupaba la explotación.

Desde 2014, fecha en la que la Administración minera aprobó el plan de cierre y abandono de la explotación, la Xunta ha requerido la rehabilitación del espacio minero a la empresa con el objetivo de que asuma sus responsabilidades legales. Ante su falta de actuación, en 2016 la Administración ejecutó directamente medidas de seguridad.

En la actualidad, existen unos carteles que prohíben el paso a la zona, pero nada lo impide físicamente. De hecho, en Instagram hay más de 2.000 publicaciones localizadas en esta ubicación.

"La propietaria privada del terreno, la comunidad de montes en mano común de la zona, tiene que reforzar la señalización e impedir el acceso; no es un lugar turístico ni apto para la visita del público", asegura el presidente de la COMG, Juan de Dios Martín.

El responsable de la entidad destaca que entrar en el espacio de la explotación del Monte Neme "supone un riesgo, de acuerdo con todas las normativas de seguridad minera" y recuerda que "dejar una explotación sin restaurar es lo más alejado de la minera sostenible". El presidente de la COMG también afirma que el Monte Neme es "un espacio singular por su ubicación y la belleza del paraje en el que se sitúa", por lo que "es necesario que se resuelva su situación legal y que los responsables recuperen el espacio, sellen las balsas y rehabiliten el terreno afectado de acuerdo con la comunidad de montes titular de los terrenos.

Por su parte, Salvemos Cabana denuncia que en el Monte Neme se ha incumplido la legislación aplicable tanto a nivel autonómico como europeo, censura la dejadez de la Xunta y pide al Gobierno gallego una "solución efectiva" que prohíba el acceso a la mina de wolframio abandonada en la que hay balsas de residuos tóxicos mineros, que son utilizadas por usuarios de Instagram para hacerse fotos.