La industria porcina gallega atraviesa un momento de calma. El precio de la carne de cerdo ha subido en la comunidad un 43% en los últimos meses. Si un kilo valía 1,02 euros hace un año, ahora cuesta 1,46, algo positivo para el sector, ya que sirve para igualar los costes de producción con la venta del animal.

La caída de exportaciones al mercado chino parece no tener gran impacto en la situación porque ahora es el comercio nacional el que más solicita el producto autonómico. En 2016 las ventas al gigante asiático crecieron un 80% y el sector gallego pegó un empujón que anunciaba la salida de la crisis. Ahora, con el recorte de las importaciones por parte de China, los precios de la carne de cerdo aumentan por el incremento de las ventas de ámbito nacional.

"El precio ha subido a lo largo de la primavera debido principalmente a que España está comprando más y China menos", resume José Antonio Vidal, presidente de la Federación Galega de Porcino (Fegapor). Esta circunstancia podría variar en los próximos meses, ya que el país asiático atraviesa una crisis de la peste porcina africana (PPA). "De momento no ha habido repercusión, pero esperamos que tenga impacto en fechas cercanas si se abre la exportación y el precio suba todavía más para poder obtener mayores beneficios", explica. En la actualidad los costes de producción alcanzan los 1,43 euros el kilo, por lo que la diferencia con el precio al que se vende la carne es mínima. "Esto es positivo y necesario porque ayuda a paliar lo que se había perdido hace años con la crisis del sector", señala Vidal, que indica "pérdidas de hasta 30 euros por animal cuando el precio del producto era menor".

La carne de cerdo ha sufrido variaciones de su valor a lo largo de todo el año. Entre marzo y abril el precio ya había aumentado un 30% con respecto a enero y se pagaban 1,16 euros el kilo. "Esto duró hasta mayo, pero en junio volvió a subir un 20% más y se estabilizó hasta ahora", comenta Vidal. El pasado año no fue muy diferente. El mercado del gigante asiático ya se había desplomado, lo que, según el presidente de la Federación Galega de Porcino, supuso un 2018 "transitorio", que venía de batir récords de venta en 2016 y 2017. La variación de la cantidad de exportaciones a China no ha provocado, hasta la fecha, ningún incremento ni descenso de explotaciones en Galicia, que sigue siendo la tercera comunidad con más granjas del conjunto nacional „tan solo por detrás de Cataluña y Aragón„. Pese a ello, José Antonio Vidal subraya cuál es el principal problema para el sector cárnico: la falta de sucesión. "Cuesta readaptar las explotaciones de gente mayor y encontrar un relevo generacional", reconoce.

La previsión para el futuro es incierta. Galicia es una de las potencias nacionales en el sector porcino. Posee, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, 28.000 explotaciones de cerdos, lo que supone el 32,6% del total nacional. Es la tercera comunidad con más granjas, pero la novena que tiene más animales, lo que demuestra que el tamaño de las granjas es mucho menor que en el resto de España. Con los ojos puestos en los próximos meses, desde Fegapor tienen la "esperanza" de que China vuelva a consumir para que "aumente todavía más el precio de la carne y sacar beneficio para los productores", concluye el presidente de Fegapor.