El primer ministro de Portugal, António Costa, confirmó ayer la convocatoria de su Consejo de Ministros durante la medianoche con el fin de proponer la declaración del final de la crisis energética registrada en el país luso. Y es que los transportistas de mercancías peligrosas dieron por concluida la huelga que mantenían desde el pasado 12 de agosto y que había causado problemas de abastecimiento de combustible en Portugal, llevando al Gobierno a recurrir al Ejército para garantizar el cumplimiento de los servicios mínimos establecidos.

"Llevará de dos a tres días tener una normalidad de suministro completa", reconoció Costa en declaraciones ante los medios durante una visita a la Entidad Nacional del Sector Energético (ENSE), donde destacó la normalidad de la jornada del día de ayer, después de que el sindicato de transportistas de mercancías peligrosas de Portugal desconvocara ayer la huelga iniciada el pasado lunes. "Estamos en condiciones de convocar al Consejo de Ministros para proponer el final de la declaración de crisis energética a las 24.00 horas de hoy (por ayer), lo que significa que todas las estaciones podrán comenzar a vender combustible a los consumidores en general, así como aumentar a 25 el límite de litros que se puede vender en la red durante todo el día", señaló Costa. El primer ministro portugués expresó su deseo de que el Sindicato de Transportistas de Mercancías Peligrosas (Snmmp) y la Asociación de Empresas de Distribución (Antram) puedan llegar a un acuerdo en las negociaciones que retomarán hoy sobre el convenio colectivo. El sindicato de transportistas de mercancías peligrosas amenazó con incumplir los servicios mínimos fijados por el Gobierno, que en algunos casos considerados prioritarios, como aeropuertos, llegaban al 100%, lo que llevó al Ejecutivo de Costa a decretar un día después del comienzo de la huelga la "requisición civil", que permitía a policías y militares conducir los camiones de mercancías peligrosas para garantizar el cumplimiento de los servicios mínimos fijados.