Amenazas, insultos, discriminaciones, lesiones, vejaciones, comentarios racistas, sexistas u homófobos... los delitos de odio se manifiestan de diferentes formas y se cometen a diario en España. Galicia no es una excepción, y es que hasta un total de 41 delitos por cuestiones de etnia, raza, religión, orientación sexual, diversidad funcional, razones de género, aporofobia (exclusión por situación de pobreza) o diferencias ideológicas y de creencias religiosas fueron cometidos en 2017 en la comunidad gallega, último ejercicio del que el Ministerio de Interior tiene datos. Un balance que la sitúa como la octava autonomía con más incidencias de este tipo registrados en ese año y que suponen la comisión de más de tres agresiones cada mes, según el informe elaborado por el organismo del Poder Ejecutivo.

Con esta posición en el ranking nacional, Galicia desciende dos posiciones en relación a 2016, cuando ocupaba el sexto lugar en número de incidentes que atentaban contra los derechos humanos, un total de 60. Esta bajada del 31% supone un dato positivo, pero la comunidad continúa en el top 10 de las autonomías con más episodios.

En el conjunto del país, las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado y policías autonómicas detectaron en 2017 un total de 1.419 delitos de odio, un 11,5% más que en 2016, cuando se contabilizaron 1.272 agresiones. A la cabeza de la clasificación nacional de delitos de este tipo se mantiene Cataluña (516), seguida de la Comunidad de Madrid (180), Andalucía (135), País Vasco (134) y Comunidad Valenciana (121). En sexto y séptimo puesto se encuentran Castilla y León (62) y Canarias (42), que superaron a Galicia en número de agresiones con respecto al pasado ejercicio, cuando registraron 49 y 18 delitos de odio respectivamente.

Por provincias

El comportamiento en las provincias gallegas durante el último año ha seguido una tendencia desigual. Solo en A Coruña aumentaron las denuncias por delitos de odio, al pasar de las 22 del año 2016 a las 23 contabilizadas en 2017. En el resto de provincias los incidentes fueron en descenso. Destaca de manera positiva Pontevedra, donde se redujeron en un 62% debido a las nueve agresiones frente a las 24 registradas en el ejercicio anterior. Pero esta no fue la única bajada. Lugo rebajó sus ilícitos penales de este tipo, donde se pasó de once a siete; y Ourense, de tres a dos en un año. Los delitos más frecuentes en Galicia el año pasado fueron los que tuvieron como trasfondo alguna situación de diferencia de ideología (con un total de 21 incidentes, el 51,2% del conjunto de agresiones detectadas en la comunidad), seguido de los ataques por racismo o xenofobia (9) y agresiones homófobas por la orientación o identidad sexual (6). Otros tres casos fueron por creencias o prácticas religiosas y los dos restantes responden a una discriminación hacia quienes sufren algún tipo de diversidad funcional. Como ya ocurrió el año anterior, no se denunciaron agresiones por aporofobia „rechazo o vejación por causa de pobreza„, trasfondo antisemita o razones de exclusión por sexo o género.

Por provincias, Barcelona fue la que más delitos de odio registró, con 355, seguida de Madrid (180), Bizkaia (91), Valencia (78), Tarragona (69) y Sevilla (33). Las denuncias presentadas en todo el país durante el año 2017 derivaron en 1.105 detenciones, 12 de ellas en Galicia „seis en la provincia de A Coruña, tres en Lugo, otras tres en Ourense y cero en Pontevedra„. En el ejercicio previo se habían contabilizado en España 541 imputaciones, de las que 10 correspondieron a delitos cometidos en la comunidad gallega. Además, hasta un total de 859 hechos relacionados con delitos de odio fueron esclarecidos en 2017 en el conjunto del país, 25 de ellos en Galicia.