Como en las últimas dos jornadas, Galicia volvió ayer arder por sus cuatro costados. Y como ocurrió el jueves y el viernes lo hizo de noche cuando ya no pueden salir los medios aéreos. El conselleiro do Medio Rural, José González, aseguró que en la noche del viernes hubo 16 nuevos fuegos, una cifra similar a los de la noche del jueves. Además, informó de que se habían encontrado varios artefactos incendiarios en distintos puntos afectados por los fuegos registrados en las últimas jornadas, que ya han calcinado más de 1.000 hectáreas. "Con lo cual, el componente de intencionalidad y provocación es claro", apuntó.

El nuevo fuego más importante de ayer fue el de Ribera, que también afecta al municipio vecino de Porto do Son. Al cierre de esta edición había quemado una superficie de 175 hectáreas. Las autoridades han detectado a sospechosos de este incendio, pero no ofrecieron más informaciones para no dificultar las investigaciones.

El titular do Medio Rural apuntó a la intencionalidad de la mayoría de los fuegos declarados en la ola de incendios que Galicia vive esta semana. "Esta noche (por la de ayer), otra vez cuando ya no pueden actuar los medios aéreos, 16 nuevos incendios en Galicia en las cuatro provincias, en diferentes puntos", censuró.

González recordó que el fuego de Ribeira se inició a las 23.04 horas e informó de que la Policía Autonómica y los agentes forestales de las brigadas de investigación tienen ya a "sospechosos".

También dejó claro que el de Ribeira no se trata de una "reproducción" del fuego de Porto do Son pero no quiso dar más datos sobre los posibles autores y el lugar de aparición de los artefactos para no interferir en las investigaciones.

Debido a la relevancia del incendio de Ribeira, y a petición de la Xunta, se incorporaron efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Es el mayor fuego registrado en la comarca del Barbanza hasta el momento, donde el jueves se registraron ocho focos de llamas en distintos municipios como Noia, Lousame o Boiro. El humo obligó a interrumpir el tráfico en la carretera AC-550, aunque fue restablecido después.

Todo ello en un día en el que se registraron nuevos incendios en Verea (Ourense), con 8,6 hectáreas arrasadas; Lousame (A Coruña), 7 hectáreas afectadas o Rodeiro (Pontevedra). También había un fuego en Cangas del que no se informó del número de hectáreas quemadas.

El resto de incendios de gran magnitud que se han registrado en los últimos días en Lobeira (Ourense), Fisterra (A Coruña) Monforte de Lemos (Lugo), Porto do Son (A Coruña) y Cenlle (Ourense) están controlados o extinguidos.

El fuego del municipio ourensano de Lobeira, iniciado en la parroquia de San Xes de Vilariño, está controlado tras arrasar unas 150 hectáreas de forma provisional dentro del Parque Natural de O Xurés.

También está controlado el fuego detectado en el ayuntamiento ourensano de Cenlle, parroquia de Barca de Barbantes. Las últimas estimaciones cifran en 45,91 hectáreas de monte arbolado la superficie afectada.

También está controlado el incendio forestal localizado en la parroquia de Seoane de Monforte de Lemos (Lugo), y que también afecta al ayuntamiento de Pantón. La superficie calcinada es de 465 hectáreas, la más elevada de esta ola de incendios. Al igual que el incendio de Fisterra en el que han ardido 130 hectáreas.

Ya está extinguido el fuego registrado en el ayuntamiento coruñés de Porto do Son, en la parroquia de Miñortos, y que afectó a 89,4 hectáreas.

La primera ola de incendios del verano ya suma más de mil hectáreas arrasadas.