La noche del ayer fue más tranquila, tras las del jueves y el viernes en las que los servicios de extinción de incendios tuvieron que actuar, cuando los medios aéreos no pueden volar, en 16 focos cada día en las cuatro provincias gallegas. Como en las noches anteriores se produjeron nuevos conatos de incendios, pero ninguno de ellos llegó a ser importante.

Controlados los nuevos, lo importante era apagar los cinco más relevantes de los últimos días que aún permanecían activos y que desde el pasado jueves han dejado más de un millar de hectáreas quemadas y cuantiosos daños todavía por determinar

La evolución de los cinco es positiva. El incendio en el municipio coruñés de Ribeira está controlado desde las 17.30 de ayer después del despliegue de un amplio dispositivo que incluyó 20 brigadas y 11 agentes forestales, con ayuda de 13 camiones motobomba y el apoyo aéreo de cuatro hidroaviones y nueve helicópteros, y del respaldo de 78 militares del equipo de la UME que se encuentra operativo en Galicia.

El fuego fue detectado a las 23.01 horas del pasado viernes en una zona de la parroquia de Oleiros y las llamas se extendieron a zonas del vecino municipio de Porto do Son. En total se han quemado unas 175 hectáreas de zona boscosa y de matorral.

Este incendio es el segundo mayor en extensión de los últimos días, después del registrado en el municipio lucense de Monforte de Lemos, que ha calcinado 465 hectáreas y que permanece de momento controlado. Por orden de importancia también destaca el del municipio orensano de Lobeira, que también continúa controlado después de arrasar unas 150 hectáreas de zonas forestal del parque natural de Xurés.

Otro incendio detectado a las 01.17 horas de la madrugada del viernes en la parroquia de Sardiñeiro, en Fisterra, fue extinguido alrededor de las 23.11 horas del sábado y afectó a 134 hectáreas, según la Consellería de Medio Rural.

En cuanto al incendio de Cenlle (Ourense), la consellería lo ha dado por extinguido, tras quemar 45,91 hectáreas.

El fuego que se prendió en Zas-Muíño (A Coruña) quedó extinguido a las 11.15 horas de ayer, después de quemar 20,9 hectáreas. Participaron nueve agentes, 10 brigadas, siete motobombas y dos palas.

El conselleiro de Medio Rural, José González, ha aludido en los últimos días a investigaciones preliminares en las que hay indicios de que algunos fuegos fueron prendidos intencionadamente y ha señalado que hay "sospechosos".

El departamento de la Xunta ha divulgado incluso fotografías de artefactos incendiarios con los que supuestamente se prendió fuego, aunque sin precisar el lugar ni las circunstancias para no entorpecer las labores de investigación.

Algunos de los fuegos de los últimos días se han avivados por el fuerte viento y en determinados casos las llamas han llegado incluso a amenazar zonas habitadas, aunque no ha sido necesarias evacuaciones.

Galicia figura entre las zonas de España con mayor incidencia de fuegos en zonas forestales, especialmente en verano, con olas en ocasiones trágicas, como la registrada en octubre de 2017 en la que murieron cuatro personas, además de arder más de 35.000 hectáreas en una semana.

Un reciente informe de las investigadoras María Loureiro y María Alló, de las universidades de Santiago de Compostela y de A Coruña, respectivamente, publicado en la Revista Galega de Economía concluye que el coste económico de los incendios de hace dos años asciende a 156 millones.