La crisis económica provocó una reducción generalizada del gasto público de las administraciones municipales, aunque con grandes diferencias en el caso de las urbes gallegas. A Coruña (96 euros) y Ferrol (120) son los ayuntamientos que menos recortaron su desembolso por habitante entre los años 2010 y 2017. En cambio, Pontevedra y Ourense, con 229 y 208 euros respectivamente, son los que más recortaron, según los datos de sus respectivos presupuestos liquidados recogidos por el último informe de la Red Localis.

Este grupo destaca que dos de los menores descensos se produzcan en los dos municipios con mayor población de Galicia, si bien añade que en el caso de Ferrol la menor caída "puede explicarse por el hecho de que la dotación era muy baja en 2010".

Las diferencias urbanas alcanzan casi un 50% en lo relativo al gasto per cápita, pues oscila entre los 660 de Ferrol y los 1.001 de Santiago.

En A Coruña "hay cierta preferencia relativa por los gastos en bienestar complementario (30% por encima de la media), como agente productor (30% por encima de la media) y dinamizador (80% por encima de la media)" y su dotación por habitante es "de las más altas" de las ciudades.

En Ferrol se destina una menor cantidad a la dotación por habitante y hay una menor intensidad relativa en bienestar básico (20% por debajo de la media), agente productor (30% por debajo de la media) y agente dinamizador (80% por debajo de la media).

En Santiago, la dotación por habitante es de las más elevadas y destina "una menor intensidad relativa al bienestar complementario (20% por debajo de la media) y un mayor esfuerzo hacia aquellas políticas orientadas en bienestar básico (10% por encima de la media), agente productor (30% por encima de la media) y agente dinamizador (70% por encima de la media)".

El caso de Vigo registra la particularidad de que "no se destinan recursos para los gastos financieros (al no tener deuda)". "Se trata de un municipio con un reducido nivel de gasto por habitante y entre 2010 y 2017 la reducción del gasto por habitante ha sido de las menores", añade.

Para Ourense, única urbe que no logró aprobar presupuestos desde 2014, la reducción en los últimos años del gasto por habitante ha sido "muy elevada", hay "una mayor intensidad" para los gastos financieros (70% por encima de la media), y una "menor" de gasto como agente productor (10% por debajo de la media) y en gastos corrientes (10% por debajo de la media).

La dotación por habitante en Lugo es "de las más reducidas" de las ciudades y hay "menor interés" en el gasto como agente productor (30% por debajo de la media), agente dinamizador (20% por debajo de la media) y en gastos financieros (10% por debajo de la media).

Finalmente, Pontevedra prima el bienestar básico (20% por encima de la media), hay "una menor intensidad" en las actuaciones como agente dinamizador (80% por debajo de la media) y recoge "una de las mayores reducciones del gasto global por habitante".