En lo que va de año, el servicio de emergencias 112 ha registrado 47 incidencias en zonas aisladas o de montaña en Galicia. A tres meses de despedir el año, las llamadas de personas que realizan actividades de montaña superan en 10 los datos de 2018, cuando se recibieron 37 peticiones de ayuda de los ciudadanos. Han repuntado un 27%.

La escalada, la espeleología y el senderismo son las actividades que generan un mayor porcentaje de actuaciones, tal y como informan desde la Consellería de Presidencia. "En senderismo las llamadas o actuaciones más habituales se deben a personas que sufren caídas, por no poder seguir la ruta o bien por caídas en acantilados, siendo preciso su rescate", indican.

Durante los últimos 4 años se contabilizaron 183 intervenciones. En 2016 y 2017, el mismo número, 52; en 2018, 37 y en lo que va de 2019 ya se cuentan 47 peticiones de auxilio.

Sanciones

La Ley de Emergencias de Galicia prevé multas para las conductas irregulares. Tipifica las infracciones en muy graves, graves y leves. La cuantía va de los 1.000 euros para los comportamientos menos perniciosos hasta los 600.000 de los más peligrosos. La desatención de las prohibiciones u órdenes de las autoridades de protección civil en casos de emergencia declarada, así como las llamadas abusivas al servicio 112, que alteren su normal funcionamiento, son dos de las conductas graves que pueden ser objeto de multa.

"La finalidad de estas sanciones es que sirvan como elemento disuasorio de las actuaciones que pudiesen poner en riesgo no solo la propia vida, sino la de terceras personas, incluidos los propios miembros de los equipos de rescate, como ya aconteció tristemente en el pasado", indican desde la consellería.

A pesar del repunte de las llamadas de un 27% el departamento de la Xunta informa de que en los últimos años "tanto las conductas de riesgo como las llamadas abusivas al 112 sufrieron una reducción reducción". Añaden que "se puede afirmar que las personas son mucho más conscientes de la importancia de acatar las indicaciones y las prohibiciones realizadas por parte de los servicios de emergencia y de seguridad".

Mejor prevenir

Con el otoño a las puertas, el paisaje interior de Galicia se pone de gala. Las alturas moderadas de nuestros montes y un sinfín de rutas de senderismo para excursionistas duchos e inexpertos invitan a echarse a la montaña para liberarse de los excesos estivales. Si no se toman las correspondientes precauciones, cualquier salida puede convertirse en una trampa.

La Axega, agencia que gestiona las emergencias en Galicia, apuesta "en primer término por la labor informativa y preventiva" a través de las publicaciones y alertas que difunde por medios electrónicos. Desde la Consellería de Presidencia trasladan, a modo de guía, varios consejos para echarse al monte este otoño con seguridad. Se recomienda preparar las salidas con antelación. "Antes de echarse a andar, planificar la ruta'', indican para quienes decidan salir de excursión a caminar o hacer senderismo. La utilización de ropa y calzado apropiados para cada una de las actividades, así como la necesidad de portar la documentacion en todo momento; resultan fundamentales en caso de tener que activar dispositivos de rescate.

Si se va en bicicleta, los expertos de la Xunta aconsejan "circular de dos en dos usando el carril bici cuando sea posible y dejándose ver".

Las nuevas tecnologías también pueden resultar buenas aliadas en el monte. La activación del GPS o de otras herramientas de geolocalización en caso de accidente facilitarán enormemente la labor de los equipos de rescate.

Los responsables de estos servicios apuntan, por último, la necesidad de respetar el territorio donde se realiza la actividad.

Desde la Guardia Civil informan de que la mayor parte de los accidentes en montaña se deben a "fallos humanos" y, en un porcentaje menor, a situaciones involuntarias.

A los consejos facilitados desde el 112, este cuerpo de seguridad añade que no se vaya solo al monte o que, en todo caso, se avise del destino a las personas del entorno. No iniciar la actividad tarde, prestar atención a las previsiones meteorológicas o conocer el medio; evitarán problemas.