Tijeretazo de las administraciones al empleo público en Galicia. El número de personas que trabajan para la Xunta, el Estado, los concellos, las diputaciones y las universidades en la comunidad ha disminuido en casi 10.000 personas en el último año. A mediados de 2018 eran 194.700. Doce meses después son 184.800. El descenso es de 9.900 personas. Un 5% menos, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). Hay que remontarse a los años posteriores a la crisis para encontrar un recorte mayor.

Los grandes damnificados son dos. Por una parte, los que tienen un contrato fijo que protagonizan todo el descenso del empleo público del último año. Y por otra, los hombres, que absorben el 98,9% de los 9.900 puestos de trabajo perdidos.

Tras la abrupta caída del número de trabajadores que se produjo desde 2012, el empleo público en la comunidad se recuperaba desde entonces. En 2018, y por tercer año, las administraciones gallegas incrementaron sus plantillas y los distintos organismos públicos que hay en Galicia cerraron el pasado ejercicio con el segundo mayor número de empleados de los últimos seis años. Sin embargo, el gran recorte se ha producido en los primeros seis meses de 2019. En este periodo se han destruido más de 6.400 puestos de trabajo. A los que hay que añadir los 4.700 que hubo en el tercer trimestre de 2018. En el cuarto se produjo un leve repunte de 400 trabajadores más.

Después del tijeretazo que sufrieron las plantillas del sector público gallego en el arranque de 2012 y que se alargó hasta mediados de 2013 (32.000 trabajadores menos en 18 meses, el 15,6% del total), el número de empleados se había recuperado desde entonces tras encadenar tres ejercicios al alza.

La cifra tocó suelo a mediados de 2013 cuando se contabilizaron 172.900 (11.900 más que ahora o el 6,8% más). El número más alto se logró en marzo de 2012 con 204.900 (20.100 más que ahora, el 9,8% más).

La radiografía que deja la última Encuesta de Población Activa es clara: bajan los empleados públicos en Galicia, disminuyen los que tienen contratos fijos y aumentan los que lo tienen temporal. Es decir, el empleo público en la comunidad pierde calidad.

Entre junio de 2018 y junio de 2019, el número de trabajadores indefinidos ha acumulado cuatro trimestres de descenso y ha caído en 10.600 efectivos al pasar de 147.700 a 137.100. Un 7,1% menos. Es la cifra más baja de empleados con contrato desde mediados de 2009. Este tipo de contratación tocó techo en las administraciones gallegas en marzo de 2009 cuando sumaban 163.600, un 19% más que ahora.

Por el contrario, los contratos temporales, que suman doce meses de incrementos -los mismos que han bajado los fijos-, han aumentado en 800 en el último año hasta los 47.700. Es la cantidad más elevada de los últimos ocho ejercicios. La cifra más baja se produjo a mediados de 2013 con 28.900, un 39% menos que ahora.

Por primera vez en los últimos nueve años, el porcentaje de contratos temporales en las administraciones públicas gallegas supera el 25% del total (25,8%).

El mayor porcentaje de empleados públicos gallegos con contrato indefinido se dio a mediados de 2013 cuando alcanzó el 83,3%. Es decir, solo un 16,7% de los trabajadores eran temporales. Por el contrario, el menor porcentaje de fijos fue a finales de 2008 con el 69,7%. Es decir, casi un tercio eran eventuales.

Los contratos indefinidos son los grandes damnificados del recorte de casi 10.000 puestos de trabajo públicos en el último año. Los segundos son los hombres. De los 9.900 puestos de trabajo que se han recortado entre junio de 2018 y junio de 2019, 9.800 estaban ocupados por hombres y 100 por mujeres. Es decir, los hombres absorben el 98,9% de los empleos perdidos. La pérdida de 9.800 trabajadores masculinos supone el 11,7% del total de este colectivo. Como consecuencia, el porcentaje de mujeres que trabaja en alguna de las administraciones gallegas escala hasta el 60%. El año pasado representaban el 57%.

Salvo algunas excepciones a comienzos de siglo, la mayor parte de los trabajadores públicos de las administraciones en Galicia son mujeres.

Los 73.700 hombres que trabajaban hasta el pasado mes de junio es la segunda cifra más baja desde que existen datos (2002). La más baja son los 73.600 de marzo de 2017. Y la diferencia actual con las mujeres (37.400) es la más elevada también desde 2002. Por el contrario, la menor diferencia entre sexos se produjo a principios de 2013 cuando se redujo a 12.100. Desde entonces, se ha triplicado.