"Una década más tarde, lo único que consiguió fue convertir Galicia en la Zona Cero de un fracaso experimento neoliberal". Con esta contundencia expuso Antón Sánchez, portavoz de Grupo Común da Esquerda, arremetió contra los diez años de Alberto Núñez Feijóo y el PP al frente de la Xunta durante el Debate sobre el Estado de la Autonomía.

La cita política más importante del año en la comunidad fue el escenario para que la izquierda rupturista que en 2016 salió de las autonómicas como líder de la oposición compareciese fracturada en dos grupos parlamentarios. Por un lado, GCE, con 10 actas. Por otro, el grupo mixto, donde se integran cuatro diputados, entre ellos Luís Villares.

Sánchez afiló el discurso para recuperar el aroma de los años duros de la crisis, achacando al PP practicar un "capitalismo de amiguetes" y reclamando un cambio político, con la vista puesta en las autonómicas previstas dentro de un año. "Necesitamos un Gobierno que trabaje por el interés general y no que practique la corrupción que consiste en trabajar para los intereses de los grandes capitales y traicionar a la mayoría", clamó el también portavoz de Anova.

Como ejemplo de la supeditación de las políticas de la Xunta a los intereses empresariales, Sánchez citó la energía eólica, el desmantelamiento de las cajas gallegas o el bloqueo por parte del Gobierno de Mariano Rajoy al traspaso de la Autopista do Atlántico (AP-9), así como el "pelotazo urbanístico" que pretende impulsar, junto al concello de Mos, para que el Celta construya una ciudad deportiva.