Un stock de más de 300.000 viviendas vacías y apenas 3.800 libres para alquilar. Es la radiografía del mercado inmobiliario en Galicia, una comunidad donde los precios han repuntando entre un 5% y un 8% desde el año 2017 debido al aumento de la demanda y a una menor oferta derivada de la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos y al boom de los pisos turísticos. Dos factores determinantes que han dado un vuelco al sector en la comunidad hasta el punto de que en el último año ha caído la oferta de vivienda en alquiler un 20%, según advierten desde la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). Es decir, uno de cada cinco propietarios en Galicia ha optado por retirar el cartel de Se alquila o bien ha optado por pasar su vivienda al alquiler vacacional ante la mayor rentabilidad que reportan este tipo de inmuebles. A principios de 2017, las inmobiliarias tenían en Galicia casi 10.000 viviendas en alquiler y en la actualidad tan solo hay disponibles entre 3.500 y 3.800, una cifra que se mantiene desde verano, tal y como detalla el presidente de Fegein, Benito Iglesias.

Al contraerse la oferta a mínimos históricos en el conjunto de Galicia, y de manera más marcada en las siete ciudades y los ayuntamientos limítrofes, pero al aumentar la demanda, los precios también suben. "La única manera de reducir precios, es aumentar el mercado del alquiler. Y para ello, hay que legislar bien", cuestiona Iglesias, quien advierte de que la reciente reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos "da menos seguridad jurídica al propietario y protege más al inquilino" y eso se tradujo en una estampida de propietarios. "Lo que ha hecho la nueva ley es retraer a muchos propietarios del mercado del alquiler. La clave para que el precio disminuya es que la oferta crezca", insiste el presidente de Fegein. "Muchos „lamenta„prefieren tenerlo vacío a arrendarlo". ¿Los motivos? El principal, la "desprotección" que sienten los dueños frente a los impagos de los inquilinos, según apunta Iglesias, porque la reforma de los desahucios exprés „advierte„ no funciona. "Se ha legislado, pero no con efecto disuasorio inmediato. Esto hace que cuando el propietario recupera su vivienda han pasado meses y se la encuentra destrozada; en Baleares, por ejemplo, se actúa en 48 horas en casos de desahucios exprés", relata Iglesias.

Los datos hechos públicos ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) revelan un aumento de los desahucios en Galicia durante el segundo trimestre de año del 90%, de ellos el 76% derivados del impago del alquiler. "Es un dato demoledor. Es increíble que la Xunta obvie esta realidad y no actúe. Si esto no hace pensar a nadie... Si los precios siguen al alza, los impagos crecerán", advierte el presidente de la patronal inmobiliaria en Galicia.

La tendencia durante los últimos ha sido un aumento de la demanda de alquiler en la comunidad gallega. Si tras el estallido de la crisis, el mercado del alquiler representaba en Galicia entre un 14 y un 18%, en la actualidad son más del 20% los hogares que en régimen de arrendamiento. En el mapa autonómico destaca la ciudad de A Coruña con el 25% de las familias que viven en una vivienda arrendada. "El mercado del alquiler seguirá creciendo, pero hay que tener en cuenta la incertidumbre jurídica y la económica", argumenta Iglesias. Y es que en la actualidad de cada cuatro contratos que se firman en Galicia en el sector inmobiliario, tres son de arrendamiento y solo uno de compraventa. Con una regulación, según apuntan desde la patronal, se podrá recuperar el mercado del arrendamiento, tras caer en el último año un 20%. Los precios dejan clara esta tendencia: con una subida media de los precios de alquiler en la comunidad de entre un 5% y un 8%. Ferrol es la urbe gallega donde menos ha repuntado, mientras que A Coruña se coloca junto con Vigo a la cabeza con un aumento de más del 8%.

En esta radiografía del mercado inmobiliario de Galicia también destaca el stock de viviendas nuevas, que alcanza mínimos históricos. "no se está construyendo apenas nada. Antes el problema afectaba a las ciudades de A Coruña, Vigo Santiago y en menos medida a Lugo, pero ahora se ha extendido a todas las urbes gallegas y también a los ayuntamientos limítrofes", cuestiona Iglesias, al tiempo que relata que durante el verano se registraron largas colas en inmobiliarias de zonas como Milladoiro de jóvenes en busca de pisos para alquilar durante el curso universitario. "Esta situación „explica„ ha llevado a que ya a finales de junio los estudiantes tengan un piso arrendado para el siguiente curso ya que la demanda es cada vez mayor y la oferta se reduce". A modo de ejemplo cita el caso de Santiago. "En Compostela oferta de pisos turísticos ya casi triplica la de vivienda tradicional", advierte.