La Xunta logró ayer la autorización parlamentaria al techo de gasto para el año que viene gracias a la mayoría absoluta del PP. Su capacidad de desembolso en el último ejercicio de la legislatura crecerá 311 millones de euros y alcanzará los 10.160, la cifra más alta de la década. El plan económico generó un enfrentamiento entre gobierno y oposición. El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, defendió un documento "prudente y riguroso", mientras la oposición criticó que no permitirá revertir los recortes y que fía el aumento de recursos a los fondos estatales„partidas finalistas y la cuota autonómica de la recaudación de impuestos como el IVA„, a pesar de que el Gobierno central no ha confirmado la previsión de dinero que le entregará.

El mensaje económico de la Xunta para el año que viene contrasta con la "emergencia financiera" que denunció hace unos días sufrir por culpa del impago de 700 millones que reclama al Gobierno central. Pese a ello, y a carecer de una estimación de las aportaciones estatales para el año próximo, la Xunta prevé una congelación de los ingresos tributarios propios y un aumento de fondos procedentes de la administración central.

"Los ciudadanos demandan gobiernos solventes, serios, estables y cumplidores", defendió ayer Martínez en el Parlamento, quien contrapuso la "estabilidad" de la Xunta con la "inestabilidad" estatal, en la antesala de las cuartas elecciones generales en cuatro años. El conselleiro reconoció la "ralentización" de la economía, pero confió en mantener una senda positiva en 2020. Por ello, la Xunta rebajó medio punto su previsión de crecimiento para este año hasta el 2% y vaticina un 1,9% para 2020. En el caso del desempleo, la previsión para este año pasa del 12,7% al 11,4% y es del 10,6% para 2020.

La oposición criticó el plan que servirá para elaborar el presupuesto autonómico, que se aprobará antes del día 20.

El socialista Xoaquín Fernández Leiceaga ironizó sobre los "efectos mágicos sobre 2020" que la Xunta otorga al Xacobeo 2021, lo que derivó en tachar de "economía vudú" sus planes. Además, destacó que la programación de ingresos es "extremadamente ambiciosa sobre aquello que depende de otros y escasamente ambiciosa en lo que depende de uno mismo".

El portavoz de Grupo Común da Esquerda, Manuel Lago, censuró la "camisa de fuerza de la austeridad" de la Xunta y denunció que la aportación de los salarios a la riqueza"se haya situado en el valor más bajo desde que existen estadísticas".

Ana Pontón (BNG) lamentó que el Ejecutivo "no use toda su capacidad para obtener recursos" y se unió a las dudas sobre el impacto del Xacobeo. Luís Villares (Grupo Mixto) alertó de la "implosión económica y demográfica" de mantener el "mantra de la austeridad".