Desobedecer o resistirse a una actuación de los cuerpos de seguridad, faltarles al respeto —con el amplio abanico que engloba el concepto— e incluso grabar a un agente policial con el teléfono móvil fueron actitudes castigadas el año pasado en Galicia con 2.406 sanciones que rozaron los 921.000 euros en multas.

Siga leyendo la noticia en nuestro Kiosco Digital, o suscríbase a La Opinión de A Coruña y tenga acceso completo a todas nuestras noticias sin límites.