En la explicación de las cuentas tras entregar el proyecto al presidente del Parlamento, Miguel Santalices, el conselleiro de Facenda no dejó de insistir en que el presupuesto se ha elaborado con suma prudencia por desconocer datos básicos de la financiación que el Gobierno central debía facilitar, y de censurar el comportamiento de Madrid, acusando al Estado de practicar " bulling financiero", sobre todo por negarse a reconocer la deuda de 700 millones que Galicia reclama y de la que el Ministerio de Hacienda solo reconoce la mitad. "Nunca, nunca, nunca nos vamos a olvidar de los 700 millones. Entramos en una etapa de engaño masivo pero no somos tontos", reprochó Valeriano Martínez, en referencia a que además de negar 370 millones de la deuda, sobre los otros 330 de las entrega a cuenta, Hacienda primero dijo que no se podían pagar, luego que sí y ahora que se hará en dos plazos. "Hay algo que no cuadra. Somos unos pocos menos, pero no somos idiotas", soltó el conselleiro.

Debido a esta "deslealtad" del Gobierno central, la Xunta ya no presupuestó como ingresos lo que reclama al Estado, sino solo una parte, para evitar posteriormente tener que hacer recortes o recurrir al endeudamiento para cubrir ese hueco.