Varios centenares de personas, convocadas por una veintena de entidades sociales, medioambientales y sindicales, recorrieron ayer las calles de Santiago para reivindicar un monte gallego con futuro y un cambio de la política forestal de la Xunta.

Para lograrlo, exigieron, como una de las cuestiones más urgentes, que la Xunta pare la revisión actual del plan forestal, ya que entienden que es una amenaza para el rural gallego. "El territorio gallego, el 94 % es rural, está siendo amenazado por esta política forestal que en vez de apostar por crear riqueza, empleo y compatibilizar actividades económicas (...) incentiva el monocultivo del eucalipto para favorecer a determinadas empresas", advirtió el secretario general de CIG, Paulo Carril, una de las entidades convocantes.

Antes de la marcha, el presidente da Organización Galega de Comunidades de Montes, Xosé Alfredo Pereira, cargó también contra esta revisión del plan forestal por parte de la Xunta y apuntó que una de las consecuencias supondría la privatización de los montes vecinales.

A la manifestación se sumaron entidades como Adega, Fruga, Amigos da Terra o Verdegaia, así como CIG, Sindicato Labrego Galego, además de la plataforma de comuneros afectados por un proyecto de centro comercial en Tameiga o en contra de Ence en la ría de Pontevedra.

Entre las consignas y eslóganes que gritaron los asistentes: "Feijóo, atiende, el monte no se vende", "El plan forestal al servicio del rural", "Partido Popular, enemigo del rural", "El monte vecinal interesa al capital" y "Con este gobierno el monte va muriendo".

Entre las pancartas que portaban los manifestantes se podía leer Stop eucalipto, avante carballo, Emerxencia climática, Ence fóra da ría, Todo por la pasta.

A la marcha asistieron representantes políticos del BNG, encabezados por su portavoz nacional, Ana Pontón; de Anova, Antón Sánchez, y de En Marea, David Fernández, entre otros.