El pequeño núcleo de Pinedo, en el concello ourensano de Boborás, se convertirá en la segunda aldea modelo de Galicia, después de Osmo, en Cenlle, de la misma provincia. La Consellería de Medio Rural acaba de recibir el beneplácito de los vecinos para transformar este lugar en ejemplo de buenas prácticas forestales y agroganaderas. Nadie mejor que las gentes del lugar para implicarse en un proyecto que pretende recuperar las tierras abandonadas que rodean la aldea y, de paso, reforzar la prevención de los incendios en el entorno.

El título de aldea modelo permitirá a los locales recuperar una superficie de 23 hectáreas que se destinarán a prados y a la producción de cereales y castañas. La actuación afecta a 675 parcelas de 132 propietarios. Gracias a un acuerdo entre Xunta, Seaga y Fegamp, se limpiará la faja de 50 metros más próxima a los núcleos de población para protegerlos de eventuales incendios forestales.

El resto de los terrenos, con dimensiones de hasta 150 metros, se recuperarán para su actividad agroganadera, mediante la actuación de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural. Se pondrá su aprovechamiento en manos de productores interesados. Así, se destinarán a cultivos de huerta, cereal, pastos, frutales, castaños, olivos, etc. Estos terrenos recuperados, en forma de franja, funcionarán como cortafuegos natural, ya que serán los propios cultivos los que actúen como método de protección, sin necesidad limpiezas periódicas. Todos los terrenos recuperados sarán incorporados al Banco de Terras de Galicia, de manera que las personas titulares reciban una compensación económica anual.