El grifo de la obra pública circula a velocidades diferentes en Galicia. La Xunta es la única administración que ha dejado correr el agua este año para inyectar más fondos a contratos del sector del ladrillo: 256,7 millones de euros en proyectos sacados a concurso entre enero y agosto, lo que supone casi un 65% más que el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, este volumen inversor no basta para paliar los tijeretazos que metieron diputaciones, concellos y, sobre todo, Estado a las inversiones en edificaciones y construcciones civiles. En conjunto, las administraciones en Galicia se dejaron en los primeros ocho meses del año 645,79 millones de euros, una media de 2,9 millones cada día, lo que supone un 16,5% menos que en 2018. Detrás de esta caída global está la inestabilidad política a nivel estatal, pendiente de una nueva cita con las urnas el 10-N tras la imposibilidad de formar gobierno, y también el avance en las obras del AVE que hace que queden cada vez menos partidas pendientes. "La estabilidad política y también jurídica es la gasolina de la inversión", advierte Diego Vázquez Reino, presidente de la Federación Gallega de la Construcción.

La patronal de la construcción en Galicia da por hecho que 2019 se cerrará con una cartera de contratos por parte de las administraciones inferior a la de 2018, año récord en licitación de obra pública desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Entre enero y agosto, las inversiones del Estado en la comunidad se desplomaron casi un 60% al pasar de los casi 343 millones de hace un año a los apenas 144 de este ejercicio. Las diputaciones menguaron su presupuesto en este capítulo un 2% (con 42,78 millones licitados) y los ayuntamientos lo redujeron un 1,8% (reservaron poco más de 194 millones). A un año de las elecciones autonómicas, la Xunta es la única administración que mete un mayor bocado a la obra pública con una inversión media mensual de 32 millones de euros.

Si en plena ejecución del AVE el Estado desembolsaba ocho de cada diez euros reservados por las administraciones a obra pública en Galicia, ahora el Ejecutivo central representa poco más del 20%. Cuatro de cada diez euros proceden de las arcas de las Administración autonómica, el 30% de los concellos y casi un 7% de las diputaciones.

"Por parte de los ayuntamientos se hizo un esfuerzo inversor importante el año pasado [en víspera electoral]; en mayo entraron nuevos gobiernos y mientras la situación se normaliza no se sacan nuevos proyectos", analiza el presidente de la Federación Gallega de la Construcción, al tiempo que apela a las administraciones a actuar con "regularidad" en la licitación de obra pública. "Necesitamos tener cada año una cifra con unos mínimos para tener plantillas y estructuras ciertas", sentencia Vázquez Reino ya que „advierte„ "los dientes de sierra" que marcan la tendencia en el sector con el cierre de años buenos y ejercicios en caída libre no permiten generar estabilidad en la construcción. "Los jóvenes tienen que ver la construcción como un sector de futuro", alega el presidente de la patronal gallega.

El sector es consciente de que los presupuestos de las administraciones "son los que son", pero advierte de que lo importante es la ejecución de esas cuentas. "En las ciudades, el presupuesto ejecutado no pasa del 40%", lamenta Vázquez Reino.

Con la mirada puesta en el próximo ejercicio, los constructores auguran que irá en la línea de este 2019 aunque confían en mejorar estos datos ya que las administraciones locales disponen del superávit para poder gastar. "Es un colchón muy importante; y aunque no digo que vayan a gastar todo en obras, sí debería ser un nicho importante ya que el sector representa casi el 9% del PIB", ensalza el presidente de la Federación Gallega de la Construcción.

Por provincias, A Coruña y Pontevedra suman casi el 80% de la inversión total en obra pública en Galicia: cerca de 344 millones de euros. Solo Ourense, la provincia que lideraba los proyectos sacados a concurso por las obras del AVE, sufre un recorte inversor, de casi un -90% (pasó de 320,732 millones en los primeros ocho meses de 2018 a poco más de 58 este ejercicio). Y de las tres provincias restantes, A Coruña es la que mete el mayor bocado a la tarta de obra pública (258,33 millones, un 9,4% más que hace un año), seguida de Pontevedra (244,23 millones, casi un 50% más) y, finalmente, Lugo (85,13 millones, un aumento de casi el 62%).