Casi con puntualidad británicacuatro minutos después del horario previsto el presidente del Gobierno en funciones y candidato a la relección por el PSOE, Pedro Sánchez, entró en un abarrotado polideportivo de San Francisco Javier. Dentro le esperaban más de un millar de simpatizantes socialistas como había ocurrido el pasado mes de marzo en el mismo recinto con motivo de la precampaña de las elecciones generales. Mismo lugar y casi las mismas caras. Como si fuese un déjà vu.

Quince minutos antes del arranque más de doscientas personas hacían cola para entrar al mitin. Dentro, las sillas estaban casi ocupadas. Al acceder, se tuvieron que conformar con ver y escuchar de pie a sus líderes.

Justo en el momento en el que entraba Pedro Sánchez, y antes de que sonase en los altavoces la música del partido, atronaba, como si fuese una metáfora, el estribillo de la canción de Coti: "Nada de esto fue un error".

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Mitín de Pedro Sánchez en A Coruña

Además de la música, como calentamiento del mitin, aparecían en las pantallas imágenes intercaladas del secretario general del partido y de simpatizantes socialistas en las que mostraban su opinión a favor de la reciente exhumación de Franco. Las primeras palabras de Pedro Sánchez fueron sobre este tema: "En los últimos días pocas veces me han dado tanto las gracias". El pasado jueves "la victoria fue de todos los demócratas, hasta de aquellos que no consideran como propia la exhumación", reconoció. Pero los primeros aplausos los arrancó la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, cuando recordó a la recién fallecida Pilar Valiño. La exconcejala socialista entre 1979 y 2007 murió el pasado 2 de octubre a los 90 años.

Cuando el presidente del Gobierno realiza un acto público las medidas de seguridad son muy elevadas. Como pasar el detector de metales a la entrada a todos los asistentes o revisar las mochilas de los periodistas. Pero lo más chocante fue ver a un hombre colocarse de pie a unos cinco metros de Pedro Sánchez mirando al público cuanto este subió al atril. Llevaba es su mano un gran maletín. ¿Qué era? Es un maletín antibalas, que ya utilizó el presidente en su última visita a Barcelona el pasado lunes. En caso de necesidad se despliega para proteger a una persona o varias de la cabeza a los pies. Es como un escudo flexible. Si se utilizan varios maletines se puede hacer un biombo para resguardar completamente a una o varias personas.