Frenazo al recorte del empleo público en las administraciones gallegas. Entre junio de 2018 y junio de 2019 se habían destruido casi 10.000 puestos de trabajo. Sin embargo, durante el pasado verano la sangría se ha detenido ya que en el tercer trimestre se recuperaron 1.600 contratos, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA)

A mitad de 2018, las personas que trabajaban para la Xunta, el Estado, los concellos, las diputaciones y las universidades en la comunidad ascendían a 194.700. Doce meses después, eran 184.800. El descenso fue de 9.900. Un 5% menos. Hay que retroceder hasta 2017 para encontrar una cifra menor.

Sin embargo, en el tercer trimestre de este año los nuevos contratos han aumentado en 1.600, hasta los 186.400. Julio y agosto son dos meses prácticamente inhábiles en las administraciones públicas. Así que todo el incremento se ha producido en septiembre, sobre todo por la contratación de nuevos trabajadores en el sector de la educación.

Durante el recorte de casi 10.000 contratos, los grandes damnificados fueron dos. Por una parte, los que tenían un contrato fijo que protagonizaron todo el descenso del empleo público. Y por otra, los hombres, que absorbieron el 98,9% de los 9.900 puestos de trabajo perdidos.

Ahora, la recuperación también tiene dos protagonistas. Por un lado, las mujeres que aglutinan el 75% de las incorporaciones (también son mayoría en todas las administraciones con el 60% del total) y los contratos temporales que suponen ocho de cada diez de los 1.600 nuevos.

Tras las 1.200 nuevas incorporaciones de mujeres, el total de las que trabajan en las administraciones gallegas alcanza las 111.100. Por el contrario, los 400 hombres que empezaron o se reincorporaron a una administración gallega en el tercer trimestre dejan el número en 74.100. Esta es la tercera cifra más baja desde que existen datos (2002). La segunda son los 73.700 de junio de 2019 y la más baja, los 73.600 de marzo de 2017. La diferencia actual entre hombres y mujeres (38.200) en las administraciones gallega es la más elevada también desde 2002. Por el contrario, la menor diferencia entre sexos se produjo a principios de 2013 cuando se redujo a 12.100. Desde entonces, se ha triplicado.

El otro protagonista de esta radiografía que muestra la Encuesta de Población Activa son los contratos temporales. Entre junio de 2018 y junio de 2019, el número de trabajadores indefinidos había acumulado cuatro trimestres de descenso y había caído en 10.600 efectivos al pasar de 147.700 a 137.100. Un 7,1% menos. Era la cifra más baja de empleados con contrato fijo desde mediados de 2009. Este tipo de contratación tocó techo en las administraciones gallegas en marzo de 2009 cuando sumaban 163.600, un 19% más que ahora.

Por el contrario, los contratos temporales, que sumaban doce meses de incrementos „los mismos que habían bajado los fijos„ habían aumentado en 800 hasta los 47.700. Era la cantidad más elevada de los últimos ocho ejercicios. La cifra más baja se produjo a mediados de 2013 con 28.900, un 39% menos que ahora.

En el tercer trimestre de este año, los contratos indefinidos se han recuperado: 300 más. Pero los que más se han incrementado son los temporales que han crecido en 1.300. Es decir, el 81% de los nuevos contratos que se firmaron entre junio y septiembre en las administraciones gallegas fueron temporales. La cifra alcanza ya los 49.000. Es la cantidad más elevada desde los 53.100 de septiembre de 2010.

Pese al último incremento, el empleo público en la comunidad pierde calidad. Por primera vez en los últimos nueve años, el porcentaje de contratos temporales en las administraciones públicas gallegas supera el 25% del total (25,8%).

El mayor porcentaje de empleados públicos gallegos con contrato indefinido se dio a mediados de 2013 cuando alcanzó el 83,3%. Es decir, solo un 16,7% de los trabajadores eran temporales. Por el contrario, el menor porcentaje de fijos se contabilizó a finales de 2008 con el 69,7%. Es decir, casi un tercio eran eventuales.

De los 9.900 puestos de trabajo que se recortaron entre junio de 2018 y junio de 2019, 9.800 estaban ocupados por hombres y 100 por mujeres. Es decir, los hombres absorbieron el 98,9% de los empleos perdidos. La caída de 9.800 trabajadores masculinos supuso el 11,7% del total de este colectivo. Como consecuencia, el porcentaje de mujeres que trabaja en alguna de las administraciones gallegas escala hasta el 60%. El año pasado representaban el 57%. Salvo algunas excepciones a comienzos de siglo, la mayor parte de los trabajadores públicos de las administraciones en Galicia son mujeres.