La lonja de A Coruña acoge desde ayer el VII Congreso de Sostibilidade Social e Económica do Sector Pesqueiro „que finaliza hoy„, encuentro en el que sector y Administración exponen su visión sobre la situación de la pesca gallega y nacional. Uno de los principales temas que se puso ayer sobre la mesa fue la obligación de desembarque en la flota española. ¿Fue un avance o un retroceso? El presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, reflejó lo que piensa el sector sobre esta normativa: "es un lío". "Para la gente del mar es un auténtico caos", manifestó el también patrón mayor de la cofradía de Burela, que añadió que incluso el Ejecutivo español tuvo que cambiar varias veces la norma para adaptarla "y que no se quedara un barco en puerto por 250 euros de venta de una especie".

El debate sobre esta norma impulsada por Bruselas y que se fue aplicando en el sector progresivamente centró la mesa titulada A implementación da obriga de desembarque na frota española: avance ou retroceso cara a unha pesquería sostible, que contó con representantes de las administraciones gallega, española y europea, y de la pesca. El presidente de las cofradías nacionales señaló que esta normativa nació con una paradoja: no se puede tirar proteína animal al mar „"un objetivo loable"„, pero dependiendo el descarte también está prohibido para el consumo humano. Otero manifestó que al no devolver ese pescado al mar "se rompe con la cadena trófica", ya que ese producto desechado "era alimento para otras especies".

La directora general de Recursos Pesqueros del Ministerio de Pesca, Isabel Artime, destacó en esta jornada organizada por la Fundación Rendemento Económico Sostible e Social que hay cuatro retos que se deben cumplir para lograr la sostenibilidad: buscar soluciones a las especies de estrangulamiento, lograr la rentabilidad de las flotas, desarrollar lo necesario para que las capturas no deseadas tengan un destino y mejorar el control que verifique el cumplimiento de la norma. Artime confirmó que el ministerio trabaja en una orden que recoge "las circunstancias que fueron surgiendo" a lo largo de este año al aplicar la normativa. "La idea es que para el año podamos tener una base sólida sobre la que poder trabajar. Uno de los puntos importantes que regulará será el intercambio de cuotas a nivel doméstico", aclaró la representante del Ministerio de Pesca.

Esa fue la línea que siguió la jefa de la unidad para la Política Pesquera Común (DG Mare), Elisa Roller, que enumeró los logros obtenidos a ojos de la Comisión Europea desde la aplicación de la obligación de desembarque: la unión de los Estados miembros, la colaboración de los científicos con el sector y el cambio de mentalidad. Sin embargo, también apunta que todavía hay determinados "retos" por cumplir, entre los que se encuentra la falta de información. "Hay un problema en la recolección de datos. Es difícil para la Comisión Europea evaluar la norma cuando no tiene cifras de las especies", expuso Roller. Otro punto en el que profundizó fue en el control, a su juicio, insuficiente. "Los Estados miembros tienen poco control, es un aspecto a mejorar", apuntó la jefa de unidad para la Política Pesquera Común.

La directora xeral de Pesca e Acuicultura, Mercedes Rodríguez, indicó que la obligación de desembarque supuso "un cambio muy grande en la forma de trabajar de la flota", aunque no se tuvo en cuenta el hecho de que hay distintas artes de pesca o pesquerías multiespecíficas. "La normativa puede generar, y genera, problemas para la flota. No hablamos de pesquerías monoespecíficas, sino que son multiespecíficas y hablamos de que hay distintas formas de pescar", manifestó Rodríguez, que añade que todavía hoy "hay dudas" de cómo aplicar la norma. La representante del Gobierno gallego señaló que el principal problema que hay en torno a la obligación de desembarque es el sistema de totales admisibles de captura (TAC) y cuotas. "Deberían aumentar el TAC en función de la estimación de los descartes", explicó Rodríguez.

Por su parte, el presidente de las cofradías nacionales señaló dos puntos necesarios para mejorar la situación derivada de esta normativa: la unión del sector y el diálogo con Europa. "Tenemos demostrada nuestra lucha por la sostenibilidad. Pedimos que nos comprenda y nos deje trabajar para llevar pescado a tierra que se pueda vender", concluyó Otero.