Los anunciados cierres de las centrales térmicas de As Pontes y Meirama y los problemas de Alcoa en A Coruña y San Cibrao no solo afectarán directamente al empleo de las zonas en las que se ubican. De forma colateral, su adiós también impactará en otros sectores. Uno de los más afectados serán los puertos de A Coruña y Ferrol que ya han empezado a descontar la clausura de estas térmicas. El tráfico del primero se ha desplomado un 15% hasta septiembre y el del segundo, un 10%, según los datos publicados por Puertos del Estado. No toda la caída es achacable a As Pontes, Meirama o Alcoa, pero no hay que olvidar que el 25% del tráfico de mercancías en el puerto de A Coruña lo genera el carbón necesario para la térmica de Meirama y que el 75% del de Ferrol es para As Pontes y San Cibrao.

Ante esta situación, los dos puertos coruñeses lideran la caída del tráfico de las 28 radas de interés general del Estado. Solo la de Almería, con un desplome del 16%, las supera. Las 28 autoridades portuarias movieron 428 millones de toneladas durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del tráfico portuario del 2,2 % respecto al mismo período de 2018.

Pero no solo las dársenas de A Coruña y Ferrol están en negativo hasta septiembre. Dos de los otros tres puertos gallegos de titularidad estatal también lo están. El de Vigo, el tercero en importancia, cae un 1,1%. Marín y Pontevedra, cuarto con más tráfico, también se deja un 1,9%. El único que crece es el de Vilagarcía, un 13%, pero el volumen que mueve solo representa el 4% del total.

En el puerto de A Coruña todos los indicadores están en rojo a falta del último trimestre del año: los graneles líquidos (en su mayoría crudo y derivados que tienen como destino la refinería de Repsol) disminuyen un 10,6%; los graneles sólidos (sobre todo, productos agroalimentarios, carbones y coques), un 25,7%, y la mercancía general, un 7,6%. En Ferrol, en cambio, suben los líquidos (2,3%), pero bajan los sólidos (13,7%).

Desde 2015, el puerto de A Coruña lidera el movimiento de mercancías en Galicia tras arrebatarle el primer puesto al de Ferrol. Y desde entonces su dominio ha ido en aumento hasta concentrar el pasado ejercicio el 58% del tránsito de mercancías que se mueve en las cinco dársenas gallegas.

Por segundo año consecutivo, la rada coruñesa batió en 2018 el récord de tráfico y por segunda vez superó los 15 millones de toneladas de mercancía. Creció un 3,3%, la mayor alza de todos los puertos gallegos e igualó la subida nacional. Fue la única dársena autonómica de titularidad estatal que medró por encima de la media de las 28 autoridades portuarias españolas. Sin embargo, en 2019 la previsión es que no llegué a estas cifras.

El tráfico de mercancías en los cinco grandes puertos gallegos alcanzó los 24,6 millones de toneladas en los nueve primeros meses de 2019, un 10% menos que en el mismo periodo del año anterior, arrastrado por la caída del 15,3% de la dársena de A Coruña, que fue la segunda mayor a nivel nacional, y del 10,7% en la Ferrol-San Cibrao, la tercera. También acusó los descensos de Vigo y Marín-Pontevedra.