Nueva tragedia en la costa gallega. El Divina del Mar, un cerquero de acero "muy moderno" y bien equipado, se fue contra las rocas en Castro Baroña en la madrugada del lunes al martes. Con el fuerte golpe, los nueve tripulantes „la mayoría descansaban„ que se encontraban a bordo comenzaron las maniobras para ponerse a salvo. Entre la confusión, la noche y las olas batiendo con las rocas, uno de los marineros, José Manuel Castelo Budín, de la localidad de Obre (en Noia), "entró en pánico": saltó al mar junto a otros tres compañeros, pero sin ponerse el chaleco. "Era un marinero que llevaba mucho tiempo en el barco, un currante, siempre dispuesto a trabajar; hay que estar ahí para saber cómo es algo así", explica Eduardo Carreño, hermano del patrón del barco accidentado, Iván Carreño, y encargado de rescatar a dos de los tripulantes con su propio cerquero, el Ardorán. "A esa hora de la madrugada, lloviendo, con viento, embarranca el barco y no sabes a dónde echar la mano. El miedo se apodera de ti. El marinero era un experto, llevaba muchos años en el sector", manifiesta el vicepatrón de la cofradía de Portosín, Isaac Gaciño.

La alerta se dio a las 4.20 horas. En aquel momento Eduardo Carreño estaba a 15 minutos de la zona. "Nos avisaron y dimos el aviso a Salvamento. Dos estaban bien, ya en tierra. Cuando llegamos echamos el bote auxiliar para buscar a los demás", señala Eduardo. Según concreta, en esa pequeña embarcación rescataron a dos marineros. El Halcón, otro cerquero también de la familia Carreño, auxilió a otros dos. El resto se puso a salvo por sus medios.

Miembros de Protección Civil hallaron más tarde el cuerpo, a las 6.54 de la mañana. Para su traslado a Portosín (localidad donde el barco tenía puerto base) se utilizó el helicóptero Helimer 402. También se movilizó el Pesca 1 de la Xunta y la embarcación Salvamar Regulus. Hasta allí el 061 desplazó dos ambulancias y personal sanitario del PAC de Noia para atenderlos. En concreto, fueron al Hospital do Barbanza seis tripulantes con síntomas de hipotermia: V.J.F., de 40 años; J.F.R., de 40 años; S.S.D., de 31 años; R.M.G.G., de 58 años; M.A.O.M., de 50 años; y E.B.S., de 40 años, según recogió Europa Press. Los seis fueron dados de alta esa misma mañana.

Sobre las causas del siniestro, Eduardo Carreño indica que "no se sabe exactamente qué pasó". "Se dijo que fue una parada de motor, pero las circunstancias son desconocidas. En casos así pueden ser muchas cosas", resume.

Ya por la tarde, Salvamento (con el remolcador Don Inda y el barco Salvamar Regulus) intentó rescatar el Divina del Mar de las rocas, pero las malas condiciones meteorológicas lo impidieron. "Va a ser muy difícil. El barco se fue moviendo por las olas. Creo que no va a ser recuperable", concreta Carreño. Fuentes de Salvamento Marítimo explican que no era viable reflotar al cerquero por seguridad, aunque se extrajo el combustible del pesquero desde tierra.

La jornada de ayer dejó otros dos sustos en la costa gallega. A las 14.10 horas, el Centro de Coordinación de Salvamento de Fisterra recibía un aviso del pesquero Noeta Primero, que tenía un fallo en el timón, por lo que solicitaba ser remolcado. La embarcación de artes menores „cuyo patrón y armador es el patrón mayor de la cofradía de Corcubión, Urbano Suárez„ se encontraba faenando a seis millas al noroeste de Fisterra. Salvamento movilizó a la Salvamar Altair, que informó que a las 16.10 horas ya estaban rumbo al puerto de Corcubión a donde llegaron alrededor de las 18.30 horas. Los cuatro tripulantes se encontraban en buen estado de salud.

La hija del patrón del barco, Jenifer Suárez, señala que una vez en puerto concretaron el fallo que sufrió: se había roto una pieza del timón. La intención del patrón, en caso de que se pudiera arreglar el desperfecto, era volver a salir esta madrugada para recoger un aparejo que les quedó en el mar. "Para estos días dan muy mal tiempo, por lo que no puede quedar allí", indica Suárez.

Por la mañana, sobre las 8.40 horas, el helicóptero Pesca 1 de Gardacostas evacuó al Álvaro Cunqueiro a un tripulante del pesquero Meteoro Tercero, que había sufrido un golpe en la cabeza.