Los litigantes deben armarse de paciencia cada vez que acuden a los juzgados. El tiempo de espera se hace eterno y en algunos ámbitos supera los dos años. Son precisamente los concursos de acreedores los asuntos que más tardan en resolverse en la comunidad: una media de 12,3 meses con datos al cierre de 2018, la tasa más alta de la década en Galicia y que supone más del doble que la registrada tras el estallido de la crisis en 2009 (5,6 meses).

El tiempo de respuesta medio en Galicia en los juzgados de lo Mercantil está sin embargo por debajo del registrado en el conjunto del país, que supera los 14 meses, y dista bastante de los más de 29 meses de espera que arrastran los órganos judiciales de este ámbito en Andalucía.

También en la jurisdicción Penal, los juzgados gallegos el año pasado batieron récord de tiempo de resolución: 7,6 meses. En España, la media es de 9,1 meses. En el ámbito Social, la respuesta de los jueces gallegos llega en 11 meses, por debajo de los 11,3 y 11,2 registrados en 2016 y 2015, respectivamente. Y en el ámbito Contencioso-Administrativo, la demora es de 7,7 meses.