Ya lo avisó la Dirección General de Tráfico (DGT) en su campaña viral del pasado verano. El conductor no es el único culpable de las distracciones al volante, que provocan el 32% de los accidentes en carretera. Los familiares, amigos o compañeros que mandan un mensaje o llaman a sus interlocutores a sabiendas de que están en carretera son corresponsables. El VI informe de distracciones elaborado por BP, Castrol y Race pone cifras a este mal hábito. Un 53% de los gallegos encuestados admiten llamar a personas cuando saben que van al volante. Con esta imprudencia, desconocen que ponen en peligro tanto al conductor como a los ocupantes del vehículo.

"La culpa es de quien usa el móvil conduciendo... pero también de quien provoca esa llamada", explican los responsables del estudio que eleva al 63% la cifra de gallegos que reconocen que hacen llegar algún mensaje (WhatsApp, Telegram o SMS) a personas al volante. "Este dato es todavía más preocupante si se le une el hecho de que el 87% de las personas se han planteado que esa actitud puede provocar un accidente", informan los autores del análisis.

El documento recoge además que 5 de cada 10 gallegos entienden que usar el móvil al volante "puede suponer riesgo de accidente". Un 17% de los conductores de la comunidad confiesa utilizar las redes sociales mientras conducen y un 10%, de manera habitual.

A pesar de lo llamativo de los porcentajes, lo cierto es que estas actitudes imprudentes sitúan a los gallegos por debajo de la media del resto de las comunidades. Con objeto del informe de distracciones, el 61% de los españoles reconoce realizar llamadas a interlocutores que van conduciendo y un 66% les hace llegar mensajes instantáneos o SMS.

El riesgo se dispara

"Contestar un whatsApp mientras se conduce deteriora significativamente el rendimiento en la conducción, y aumenta el número de accidentes hasta un 134,5% en conductores mayores de 55 años", cita la DGT una investigación realizada por la Universidad de Granada.

El uso manual del teléfono móvil mientras se conduce sigue siendo, dentro de las acciones que implican una distracción en la conducción, la infracción más cometida por los conductores. Así lo demuestran los resultados de la última campaña de vigilancia y concienciación sobre el peligro que suponen las distracciones al volante, que la Dirección General de Tráfico realizó a finales del pasado mes de septiembre durante una semana.

En 2018, el 32% de los accidentes de tráfico mortales en España, alrededor de uno de cada tres, se debieron a distracciones, sobre todo por uso inadecuado del teléfono móvil al volante, según datos de la DGT. Esta cifra se mantiene desde 2016, cuando las distracciones pasaron a ser la primera causa de siniestros con fallecidos, por delante de la velocidad o del consumo de sustancias.

El año pasado se registraron en España más de 100.000 denuncias por el uso inadecuado del celular al volante. Cada una de ellas se castiga con 200 euros y la pérdida de tres puntos del carné. Desde Tráfico se proponen endurecer la sanción. Las cámaras que hasta ahora controlaban el uso del cinturón también pondrán el objetivo en los móviles.

La DGT recuerda que llamar por teléfono mientras se está al volante triplica el riesgo de sufrir un accidente; enviar un mensaje, multiplica hasta por 23 este mismo peligro.